No habrá nuevas restricciones en el consumo de agua en la provincia. Así se aprobó por el comité de sequía celebrado este jueves. Lo que se decide es ampliar hasta octubre las medidas que ya entraron en vigor en verano, es decir, la reducción del consumo urbano en un 5% y de regadíos en un 25%. Las partes, según fuentes presentes en el encuentro, se volverán a reunir a finales de primavera o principios de verano. A pesar de que no hay nuevas restricciones pese a la sequía, hay que tener en cuenta que el 90% del consumo de agua procede de regadíos y estos ya están limitados a un 25%.
Este año, la agricultura y la ganadería de la provincia está viviendo una situación “crítica” con la unión de los problemas de la sequía y el aumento de los costes de producción. De hecho, ya se habla de que plantaciones como cereales u olivar descienden en un 50%. También puede haber una merma en las hortícolas, el algodón, la viña o el arroz. Igualmente, si el ganadero no tiene pasto “tiene que comprar pienso”, como comentaba Pedro Gallardo, presidente de Asaja Cádiz.
El año “viene muy seco” y la situación no tiene visos de mejorar en las próximas semanas. De hecho, aunque lloviera ahora “ya no se podrían salvar muchos de los cultivos, es tarde”. Eso se une a una falta de lluvia importante en los últimos años. Por ello, desde las asociaciones agrícolas piden ayuda a las administraciones para crear un “plan hidrológico nacional que pueda llevar agua de las cuencas con excedentes del norte del país con las que sufren un déficit en el sur.
Si esto sigue así, según el presidente de Asaja Cádiz, “lastrará la cuenta de resultados y hay explotaciones que pueden cerrar, no solo agrícolas, sino ganaderas. Esto nos preocupa porque significa que lo que no vas a producir aquí lo vas a tener que traer de fuera”.
