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Alcalá la Real

El pleno acuerda el hermanamiento entre Alcalá la Real y Sevilla

Es una de las iniciativas promovidas dentro del 450º aniversario del nacimiento de Martínez Montañés en Alcalá la Real

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  • Pleno celebrado el martes. -

Con el voto favorable de PSOE y Partido Popular, el pleno celebrado el pasado martes, aprobaba el acuerdo para el hermanamiento de las ciudades de Alcalá la Real y Sevilla, con motivo de la conmemoración del 450º aniversario del nacimiento de Juan Martínez Montañés. El concejal de Cultura, Juan Francisco Martínez, explicaba en la sesión plenaria que “el proyecto Montañés 450 nace con la clara intención de desarrollar, con ocasión del 450 aniversario del nacimiento del escultor e imaginero Juan Martínez Montañés (Alcalá la Real 1568 – Sevilla, 1649), una amplia  conmemoración  en torno ala vida y la obra del universal imaginero andaluz en las ciudades de Alcalá la Real y Sevilla”.  

 “Juan Martínez Montañés nació durante el reinado de Felipe II. Nació en Alcalá la Real y fue bautizado el 16 de marzo de 1568 en la iglesia parroquial de Santo Domingo de Silos, situada en el  arrabal Viejo de la Mota. Era hijo de un bordador del mismo nombre y de Marta González, su esposa legítima. Sus padrinos de pila fueron el gobernador y provisor de la Abadía alcalaína, don Gil Fernández, y doña María de Mendoza, mujer del regidor Francisco de Aranda.    Su nacimiento se produjo en un contexto histórico en el que Andalucía vivió acontecimientos de una forma muy directa: hay ataques de los berberiscos; la revolución y expulsión de los moriscos, así como episodios de disturbios en la población campesina; son algunos de los hitos más relevantes de ese momento. Según los libros de actas municipales, la población de Alcalá la Real no fue ajena a la mayoría de ellos.  En cuanto a la Alcalá de su época, en los cien años transcurridos entre el nacimiento de Pablo de Rojas y la muerte de Martínez Montañés, asistimos a la extinción de una población medieval amurallada, que se arruinaba y abandonaba progresivamente la parte alta del cerro, al tiempo que se configuraba una ciudad moderna, en el llano, que venía huyendo de las inclemencias climáticas, las deficiencias en los servicios y las dificultades de comunicación existentes en lugar tan elevado e inexpugnable.    

“Después de su paso por Granada, donde perfeccionó sus conocimientos en el taller de Pablo de Rojas, su paisano, Juan Martínez Montañés llegó a Sevilla muy joven (1587). Allí fue examinado por expertos para poder ejercer su profesión. Conviene enumerar algunas de sus obras más relevantes como son los retablos y esculturas del monasterio de San Isidoro del Campo, de Santiponce; la Inmaculada, de la catedral hispalense; el Niño Jesús de la iglesia del Sagrario; el Jesús de Pasión, de la iglesia del Salvador; el Santo Domingo, del Museo de Bellas Artes, y un largo etcétera, Desgraciadamente, no existe en Alcalá la Real pieza alguna de su autoría”.    


“Por todo lo anteriormente expuesto entendemos suficientemente motivado el hecho de que la vida y obra de Martínez Montañés constituye un fuerte vínculo entre las ciudades de Alcalá la Real y Sevilla. Teniendo en consideración los vínculos y afinidades que unen a las dos ciudades, con el convencimiento mutuo del enriquecimiento que las acciones conjuntas en materia del desarrollo económico, cultural y social pueden suponer... los Plenos de los respectivos Ayuntamientos acuerdan el entendimiento entre Alcalá la Real y Sevilla”.

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