La Delegación Provincial busca fondos para la restauración de las piezas
En los últimos meses se ha hablado mucho sobre el destino de los cañones encontrados durante las obras de ampliación del aparcamiento de Canalejas. El Ayuntamiento de Cádiz y la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía han encontrado en ello otro punto de colisión. Mientras que los responsables municipales han reclamado hasta en tres ocasiones la cesión de las piezas halladas, llegando incluso a plantear una pregunta parlamentaria sobre el asunto, la delegada provincial, Yolanda Peinado, se ha desmarcado en varias ocasiones declarando que se estaba estudiando la mejor opción para la cesión, incluso afirmando haberse enterado del hallazgo por la prensa.
Finalmente parece que se va viendo la salida al laberinto, y ayer mismo Yolanda Peinado confirmaba que “los cañones se van a quedar en Cádiz”. Lo que aún se desconoce es si finalmente será el Ayuntamiento el depositario de los mismos, aunque todo apunta a ello, puesto que las otras “novias” que le habían salido a los cañones han ido quedando descartadas por distintos motivos. Una de ellas, la Asociación de Vecinos de Puntales, fue desestimada por considerarse que no reunía las condiciones necesarias para garantizar el mantenimiento de las piezas. La otra, el Consorcio para la Conmemoración del II Centenario de la Constitución de Cádiz de 1812, dejará de existir dentro de dos años, por lo que parece complicado que se imponga finalmente en la puja.
La intención municipal al reclamar los cañones es colocarlos en las murallas de la ciudad, algo que se está demorando en el tiempo “cuando nosotros ya podíamos estar decapándolos y arreglándolos para colocarlos”, se quejaba hace algunas semanas el teniente de alcaldesa José Blas Fernández.
En lo que no se quiere meter la Delegación Provincial de Cultura es en el destino que se dé a los cañones, dejando la puerta abierta a que el Consistorio ceda alguno de los cañones al barrio de Puntales si así lo decide.
Por el momento, la Delegación está “buscando la financiación necesaria para llevar a cabo la restauración” de todas las piezas que componen el valioso hallazgo. La misma podría llegar desde la propia administración autonómica o de algún colaborador privado.
Siglo XVIII
Los nueve cañones encontrados en el transcurso de las obras datan del siglo XVIII. Según informaron los arqueólogos de la Delegación Provincial de Cultura, la datación cronológica está clara, ya que la fisonomía de estos objetos (calibre, medida interna de la boca o tipo de cascabeles) determina su fecha de fabricación y uso. Los cañones miden entre 2,5 y tres metros de largo y formaban parte de la muralla defensiva de la ciudad hasta que quedaron en desuso a principios del siglo pasado.
Además de los cañones, durante las obras apareció un lingote de plomo que pudo haber llegado hasta Cádiz a bordo de uno de los barcos que participaron en el asalto de las tropas anglo-holandesas a la ciudad en el año 1596. A falta de que la Delegación Provincial de Cultura finalice con los estudios arqueológicos, se sabe que esta singular pieza tiene forma naviforme. Además, los estudios preliminares han descubierto en la misma el sello de los Tudor, casa reinante en la Inglaterra de la época.