Los atacantes tomaron rehenes en Chabahar, que fueron liberados tras horas de enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los atacantes
Al menos 20 personas, entre ellas cinco efectivos de las fuerzas de seguridad, murieron este jueves en dos ataques llevados a cabo en la conflictiva provincia de Sistán Baluchistán, en el sur de Irán.
Los choques comenzaron a última hora de anoche cuando hombres armados atacaron instalaciones de la Guardia Revolucionaria en las ciudades de Rask y Chabahar, informó la agencia estatal IRNA.
De acuerdo con las informaciones del medio oficial, los atacantes tomaron rehenes en Chabahar, que fueron liberados tras horas de enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los atacantes.
En los choques murieron tres policías y dos guardas revolucionarios, dijo a la televisión estatal el comandante de las Fuerzas Terrestres de la Guardia Revolucionaria, Mohamed Pakpour.
La fuente indicó que 15 atacantes murieron en los ataques.
Las televisiones iraníes mostraron imágenes del interior de los edificios donde se produjeron los ataques y de rehenes saliendo de los mismos con escaleras.
El viceministro de Interior, Majid Mirahmadi, apuntó como responsable de los ataques al grupo Yeish al Adl, que Teherán considera una organización terrorista.
Yeish al Adl es un grupo suní opuesto al régimen chií de Irán que busca la independencia de la provincia de Sistán Baluchistán, que actúa en la porosa frontera entre Irán y Pakistán y que reivindicó el ataque en el que murieron 11 policías en la ciudad iraní de Rask el pasado diciembre, entre otros atentados en los últimos años.
A finales de enero, Irán atacó con misiles y drones posiciones de Yeish al Adl en territorio de Pakistán, lo que provocó tensiones diplomáticas entre los dos países.
La región de Sistán y Baluchistán tiene una población mayoritariamente suní y en ella operan grupos extremistas de esa rama del islam contrarios al Gobierno chií deTeherán, así como bandas de contrabandistas y narcotraficantes.
En los últimos meses se han disparado los ataques de grupos insurgentes que Teherán considera terroristas en esta provincia, en especial en las zonas fronterizas con Pakistán.