Un juzgado ha
ratificado el despido del que fuera
director técnico y número dos del organismo europeo de investigación
Life Watch Eric, Juan Miguel González, por
acoso sexual hacia una trabajadora, a la que le propuso darle besos y le planteó inseminarla para tener un hijo “con altas capacidades”, en una sentencia en la que el magistrado censura las
conductas “claramente degradantes u ofensivas” en una relación jerárquica entre jefe y subordinada.
La
sentencia, que adelanta el diario El País, considera procedente el
despido llevado a cabo por la entidad en mayo de 2023
tras una investigación interna, en la que también argumentaba el
ambiente laboral tóxico generado por González cuando dirigía un equipo de 47 científicos en Sevilla. Tras su despido, el exdirectivo trabaja como
funcionario en el Ministerio de Ciencia, organismo que, según el citado diario, considera que la sentencia no tiene trascendencia penal ni disciplinaria al ser del ámbito social.
El juez Carlos Javier Galán, titular del Juzgado de lo Social 14 de Sevilla, censura que González tuvo “un
amplio elenco de conductas sexistas inaceptables en cualquier trabajo”, con “
insinuaciones sexuales, comentarios obscenos y proposiciones o intentos de contactos físicos no deseados”, ratificando la procedencia de un despido por su
conducta “grave y culpable”, que el exdirectivo recurrirá ante el TSJA.
También relata el
maltrato a los subordinados, reprochándole la
“innecesaria humillación y menosprecio públicos ante sus compañeros, el todo verbalmente agresivo que se describe por los testigos y las expresiones utilizadas (…), gritos, represión en público y descalificación profesional”.
Lo que
no admite el juez, al no tener el organismo una política de contratación clara, las acusaciones de Life Watch Eric de
contratar de manera irregular a su propia esposa, a un primo, a una amiga de su mujer y a la vicealcaldesa de La Palma del Condado (Huelva).
González fue
director técnico de Life Watch Eric desde 2018 hasta 2023, y antes en 2010, según el rotativo, una
científica de la Estación Biológica de Doñana le había denunciado por
acoso laboral en los tribunales, pero
se desestimó la demanda por falta de testimonios en su contra.