“Ya huele a feria” sonaba mientras varios grupos de alumnas de la academia de Laura Pirri interpretaban unas sevillanas al son de los olés de un público entregado y con ganas de esta gran fiesta. Un año más, y llega a su IX edición, la Peña Rociera Roteña celebra su Pregón de la Feria de la Primavera en la Caseta Nueva Jarilla. Un acto que estuvo protagonizado por la bailaora roteña Laura Pirri, acompañada de un gran elenco de artistas como Los Ecos del Rocío, Jesús Castilla al cante, Rocío Ruiz y parte del alumnado de la academia de la propia pregonera.
El acto se demoró y superó la hora prevista hasta que la reconocida voz de Juan Montes irrumpió en el bullicio de una caseta llena. Montes sería la persona encargada de presentar el IX Pregón de la Feria de Primavera con un elogio a la organización del evento, artistas participantes y, sobre todo, a la pregonera”. Rocío Ruiz se encontraba en el escenario junto a su equipo en esas sillas y mesa propias de una caseta de Feria en una escenificación idéntica. “Las mujeres en la historia del baile flamenco han engrandecido esta expresión artística” adulaba Montes para introducir a la principal protagonista del día. El presentador destacó su trabajo para conservar y preservar esta tradición.
La presentación eludió al “duende flamenco” como ese elemento intrínseco de la persona que, sin dudarlo, afirmó que Laura Pirri posee. No solo resaltó su talento artístico sino su papel académico para la transmisión de este arte que “resuena en el alma de quienes lo viven” señalaba Montes. Antes de que tomara la palabra, el presentador incidió en que “un par de tacones pueden cambiar una vida” y ante este preámbulo Pirri tomó la palabra para anunciar que “ya está aquí la Feria”
La bailaora hizo una irrupción estelar en el escenario con un decorado al más puro estilo del interior de cualquier caseta portátil que ambientará la Feria en los próximos días, aunque con la peculiaridad de contar con el escudo de la Peña Rociera Roteña en el centro. Pirri acudió a su cita con el atril no sin antes desfilar por el angosto pasillo que enfrentaba el escenario y con la atenta mirada del público. Una aparición que arrancó los aplausos del público, dejando bien claro cuál iba a ser la tónica predominante de este pregón. Rocío Ruiz aguardaba con su peculiar voz para llenar de melodía el recinto y dar rienda suelta a ese “par de tacones” que golpeaban en el escenario. Un danzar libre, valiente y lleno de rebeldía; una expresión artística que reafirmaba ese “duende” del que habló en su presentación Montes.
Pirri abrió su pregón con un alegato al frenar el ritmo del vértigo de la rutina, la tarea de pregonar la Feria de Primavera 2025 le ha permitido a la roteña parar, bajar la intensidad y acudir al desván de sus recuerdos. La bailaora agradeció a todas y cada una de las personas participantes de esta cita, pero, sin lugar a dudas, habló de la gratitud de “quienes me rodean” porque son “mi alegría”. Una alegría donde destacó la figura de su marido: Ismael Heredia. Pirri acudió a su origen primario, en la caseta del Rota, del albero y los paseas con sus padres y hermanos.
La pregonera mencionó el nacimiento de su hermana, una aparición en el mundo “tardía”, aunque se convirtió en una aparición de unificación y recreación de esta familia en el seno de la familia. Y no pudo obviar la importancia de su hermano, quien subió al escenario para interpretar una sevillana que arrancó los vítores del público. La complicidad era palpable en este baile entre hermanos que parecía retrotraerles a aquellas Ferias de antaño. Un beso en la mejilla de ese hermano orgulloso que parecía cumplir un sueño al acompañar a su hermana.
“Muchas son las bombillas que se encienden un miércoles de feria” proseguía con una mención a cada una de las casetas que configuran el recinto ferial. “El aroma a pimiento y choquito fritos nos invitan a probar nuestra gastronomía” anunciaba la pregonera mientras abandonaba el atril con paso firme para brindar con una copa de manzanilla “por todos ustedes”. Su relato de las fortalezas de esta fiesta le llevó a un grito unísono de “¡Viva la Feria de Rota!”.
A esta fiesta de “amigos todos”, como bien resaltó en su saludo inicial, se sumó su amiga Lola Granados para narrar una historia de amor a la que Pirri pudo identificarse. Una historia que es mejor bailarla al son de la voz de Rocío Ruiz que contarla. Una historia que se recreó sobre el escenario con una nueva interpretación de la bailaora roteña con José Carlos Marchante. “Desde que a escondidas, mirando tras las cortinas, mi duende despertaba: ellas, mi madre y mi abuela, se debatían si dejarme marchar” continuaba en la historia de su vida.
Su destino se desligaba de su municipio para continuar su formación en la gloriosa danza flamenca. Un paso al frente que lo entrelazó con la feria, Pirri no pudo contener la herencia de su maestro Anselmo porque “aquí tienes tu legado”. Sus salidas le hicieron aprender y crecer, sus aventuras por España y el mundo le dieron la perspectiva suficiente para emprender una nueva aventura: formar en su tierra a jóvenes promesas. Pirri tenía claro que quería lo que ella no tuvo, la oportunidad de aprender en su tierra.
“En Rota, donde nací, en este jardín flamenco: las flores son mis matices” expresó para dar paso a la presencia de Los Ecos del Rocío en el escenario para regalar un momento mágico con un público entregado. El final se acercaba y los recuerdos cobraron mayor vividez. Pero, el jardín que describió con un elegante paralelismo de su academia, Pirri quiso fortalecer la feminidad de este arte, la dificultad de conseguir su igualdad, donde el baile prime y sea el protagonismo.
“La feria es nuestro remanso de paz, donde nuestro único objetivo es ser feliz” indicaba para afirmar que es el legado que quiere dejar a su “pequeño”. Su hijo, José Miguel, a quien dedicó unas entrañables palabras: “ahora eres tú a quien te daremos la mano, tu padre y yo, para vivir lo que un día tus abuelos me enseñaron. Hoy te lo regalamos a ti”. Un legado que, como anteriormente se mencionó, era mejor bailarlo que contarlo. Por lo que, madre e hija, regalaron una sevillana ante la que los espectadores no pudieron resistirse con sus olés, aplausos y muestras de afecto.
“Esta feria es de todos para disfrutar con la familia y amigos” aludía la bailaora para hacer una defensa férrea de su localidad, tradiciones y fiestas. “Esto no ha hecho más que empezar” mencionaba la pregonera cuando realizaba una aparición una charanga para ambientar al máximo la caseta.
El jolgorio se desató de música comercial y alejada del flamenco en una clara alusión de que “todo tiene cabida” en la Feria de Primavera de Rota. Una conga inmensa inundaba un espacio en el que nadie aguardaba asiento y todos se sumaban por allí por donde pasara la charanga. La fiesta se desató por completo. Nadie pudo resistirse a los acordes de himnos tan reconocidos. Una explosión de alegría se hizo hueco en una caseta municipal Nueva Jarilla llena para poner punto y final a este pregón que narró la historia de Laura Pirri a través del baile y su alegría particular. La euforia fue tal que costó unos minutos bajar las pulsaciones del público para cerrar este acto con la correspondiente entrega de distinciones.