En el último programa de La Pasión contamos con la intervención del experto en Derecho Romano, Juan Antonio Martos, quien analizó en esta ocasión los aspectos jurídicos del prendimiento de Jesús. Según explicó, este momento clave de la Pasión responde claramente a una “conspiración” por parte de las élites religiosas judías. “Jesús molestaba a la aristocracia judía, a los príncipes de los sacerdotes, a los escribas… y hay una tradición muy importante para nosotros: le hicieron una oferta a uno de sus discípulos”, afirmó Martos.

El profesor subrayó que, en términos legales, no existía una acusación formal sustentada por pruebas válidas. “La ley judía exigía el testimonio coincidente y coherente de al menos dos personas, pero eso no existía. En realidad, no había una causa”, explicó. De hecho, recordó que Jesús fue entregado por Judas a cambio de 30 monedas de plata, “el precio estipulado en aquella época por una vaca”.

“Lo que tienes es un preso que ha sido detenido por traición de un discípulo, pero no hay una prueba formal suficiente para decir que es culpable”, sentenció Martos. Aun así, fue llevado cautivo, y esa imagen del “Cautivo Maniatado” es la que inspira muchas devociones actuales. “Antes de ser maniatado, Jesús iba con las manos libres curando a los enfermos, multiplicando panes y peces, haciendo el bien. Lo dice San Pedro. Y cuando lo presentan ante Pilato, lo primero que este pregunta es: ‘¿Y qué acusación traéis contra este hombre?’”.

Martos conectó además este momento con el imaginario cofrade sevillano: “Hablamos de Jesús Nazareno, una advocación que nace en Sevilla y de la Amargura, porque la Virgen se encuentra con su Hijo precisamente en la calle de la Amargura. Ahí comienza el camino definitivo hacia la injusticia consumada”.

Vuelve a ver la entrevista completa en el último programa de La Pasión.