Anuncia que prestará un ?apoyo firme? a las pequeñas y medianas empresas.
El líder del PP, Mariano Rajoy, que participó ayer en la fiesta del pulpo de la localidad orensana de O Carballiño abogó por “reformas estructurales” en la Administración y por fomentar medidas para facilitar la inversión y la creación de empleo para superar la situación económica.
Rajoy subrayó que si logra convertirse en presidente del Gobierno, tras los comicios generales de noviembre próximo, prestará un “apoyo firme” a las pequeñas y medianas empresas (pymes) y a los trabajadores autónomos.
El presidente del PP aseguró, en declaraciones a un grupo de periodistas, que España ha adoptado “durante mucho tiempo medidas aisladas que se rectificaron luego con otras medidas diferentes” y consideró que “en este momento se necesita un plan con reformas estructurales”.
En ese sentido, abogó por reformas en la estructura de las administraciones consistentes en contener gastos, acabar con las duplicidades, suprimir algunas entidades y no incrementar el número de empleados públicos.
Rajoy, que se encuentra de vacaciones en su Galicia natal, recordó que vivió los primeros años de su vida en esta localidad orensana, antes de que su familia se trasladara a Oviedo.
Preguntado por si tenía “vértigo” a asumir la presidencia del Gobierno, respondió que “en absoluto” y añadió que “lleva muchos años en política” en las que indicó que ha ejercido de concejal de ayuntamiento, diputado provincial en Pontevedra, vicepresidente de la Xunta, además de ejercer en el Parlamento de Galicia y en diversos ministerios.
Para Rajoy “lo que viene no es fácil porque la herencia que recibe el nuevo gobierno es la peor que se haya encontrado ningún gobierno en la historia de la democracia española”.
“No estamos para protestar, ni para asustarnos, ni para llorar”, dijo el líder de la oposición, quien expresó su “confianza” en la capacidad de España de lograr una recuperación económica y aseguró que la “prioridad básica” de su gobierno, en caso de ganar los comicios, será “el crecimiento económico y la creación de empleo” y señaló que eso “se va producir si hay actividad y si la gente es capaz de invertir”.
En ese sentido, abogó por “apoyar a los emprendedores” y subrayó que ese va a ser: “Uno de los ejes de mi gobierno”.
El candidato del PP a la presidencia dijo estar “convencido de que España va a salir adelante” aunque “no va a ser fácil” porque “las cosas se han hecho rematadamente mal”, comentó.
Preguntado acerca de si España deberá adoptar medidas similares a las de Italia, Rajoy afirmó que “todos los países son distintos” y tienen su “especificidades” y agregó que España tiene “los mismos problemas de Italia”, incluido “dudas sobre la deuda”, pero añadió que hay “un problema mayor” que es “el doble de paro que en la Unión Europea”.
El líder del PP apuntó que todavía “más dramático” es el hecho de que hay un “45 por ciento de los jóvenes españoles” que no pueden conseguir empleo.
Por eso subrayó que si el PP gana los comicios y logra ser presidente del Gobierno su “objetivo capital tiene que ser la creación de empleo, y para crear empleo las administraciones tienen que reducir sus gastos”.
Rajoy abogó por adoptar una “ley de apoyo a los emprendedores” porque “sin pequeñas y medianas empresas y sin trabajadores autónomos las cosas van a ser muy difíciles”, dijo, y por restablecer un Ministerio de Agricultura porque concluyó: “Garantizo que el sector primario de la pesca y la agricultura tiene futuro en España”.
El líder del PP, Mariano Rajoy, alabó ayer domingo los productos y “la marca española” en la fiesta del pulpo de la localidad orensana de O Carballiño a la que acudieron representantes de municipios andaluces afectados por el descenso de las exportaciones de pepino.
“El pulpo es el producto de Galicia por excelencia” afirmó en su intervención junto al nuevo alcalde de O Carballiño, Argimiro Marnotes, del PPdeG, y de otras autoridades, con las que degustó una ración del cefalópodo preparado a la gallega con pimentón y aceite.
La 49 edición de la fiesta del pulpo, con asistencia prevista de entre 70.000 y 80.000 personas, constituye uno de los principales eventos de la gastronomía gallega por la popularidad de ese producto.