La Policía Nacional ha detenido en Sevilla a Candy, una vecina de Espartinas buscada desde 2023 para cumplir una condena firme de 15 meses de prisión por quebrantar una medida cautelar y amenazar a su expareja, en el marco de un caso de violencia de género. La orden de detención fue dictada por el Juzgado de lo Penal número 3 y su ingreso en la cárcel de Sevilla I se produjo el pasado viernes.
El caso ha estado rodeado de polémica desde que el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Sevilla se inhibiera en favor de los juzgados de Instrucción, al haberse registrado Candy legalmente como mujer en agosto de 2023. La Audiencia de Sevilla confirmó que, al momento de los hechos denunciados en julio de 2024, su cambio registral ya tenía validez legal, por lo que la causa debía tramitarse fuera del juzgado especializado en violencia de género.
Según el abogado de la denunciante, también residente en Espartinas, Candy acumulaba hasta cinco órdenes judiciales por no presentarse ante los tribunales. Estas requisitorias quedarían ahora inactivas, aunque los órganos judiciales competentes han iniciado las gestiones para la ejecución de las resoluciones pendientes a raíz de su nuevo estatus penitenciario.
Candy afronta además otro proceso judicial por nuevos delitos de amenazas y quebrantamiento de una orden de alejamiento, también contra su expareja. Dicho juicio ha sido aplazado varias veces, una de ellas por asegurar encontrarse en Marruecos sin medios para regresar ni recibir notificaciones judiciales.
El Gobierno denegó la petición de indulto presentada por Candy, tras el rechazo expreso tanto de la Fiscalía como del órgano sentenciador, que argumentaron su reiteración delictiva, con al menos ocho condenas previas, varias por violencia de género, y múltiples señalamientos judiciales en su contra.
