Errores endémicos, no puntuales

Que el Sevilla defiende bien es una de las mentiras más gordas que se pueden decir en
este mentiroso mundo del fútbol. Muchas veces encajaba poco, sobre todo porque tenía un
superportero que se ha hecho humano. Los errores defensivos siempre llegan en este
equipo y ahora, además, Javi Varas o no los para o los comete él mismo. El resultado es
que esos fallos que según su entrenador sólo se dan una vez en la vida, ahora se repiten
cada tres días. Los dos tantos encajados por el Sevilla, imperdonables. La falta de
puntería de los delanteros, igualmente preocupante. El barco de va al mismísimo garete.
Si ante el Valencia falla de nuevo, el debate sobre el entrenador cobrará fuerza, mucha
fuerza.

Tanto le gustó su Sevilla a Marcelino en Valencia, que hizo innumerables cambios,
algunos obligados y otros por extraños movimientos de pizarra que él entenderá mejor que
nadie, o no. Colocó a la gente en un 4-2-3-1 que por momentos se desdoblaba en un
clásico 4-4-2. Le dio de nuevo la titularidad a Varas, hasta ahí esperado, y en defensa
contó con Coke y Escudé en detrimento de Martín Cáceres y Fazio, al que subió al medio
del campo, ese lugar donde el entrenador ha reconocido que no es el suyo ni lo será
nunca. Precisamente en el medio, el entrenador se cargó a Medel y Trochowski, le dio
la banda izquierda a Luna, la derecha a Perotti, la media punta a Reyes y arriba,
solito, Negredo.

El relato de la alineación dice mucho o todo de la planificación deportiva de don Ramón
Rodríguez Verdejo. De interior izquierdo, Antonio Luna. De medio defensivo, Fazio... Qué
cosas.

Con ese planteamiento, con esos jugadores, el partido en Vallecas fue malo, como
siempre. Pero el árbitro lo hizo peor al anular un gol a Fazio por fuera de juego. El
Sevilla está tocado en su moral, como reconoce el propio Marcelino, y de irse al
descanso ganando, a hacerlo perdiendo por un fallo increíble de Javi Varas en el
descuento, pues va un mundo.

Tuvo que meter el Rayo el segundo gol, a los cinco minutos de la reanudación, para que
Marcelino contase con Kanouté y Medel por Luna y Fazio. A Reyes lo desplazó a la
izquierda y dejó a Perotti en la derecha. El dominio del partido fue entonces total,
llegó el gol de Escudé y durante unos minutos, pocos, se podía incluso predecir que el
Sevilla empataría y hasta ganaría, si Lass no acertaba en una contra. Pero se lesionó
Reyes. O temió lesionarse, y de repente, con su salida del campo, todo se volvió más
gris. Seguían llegando ocasiones, incluso Negredo mandó un balón al travesaño, pero nada
era lo mismo.

Así que como a los equipos con problemas, que juegan mal, que cometen fallos de patio de
colegio y que encima no tienen puntería, la suerte también les suele ser esquiva, pues
este Sevilla se vino de vacío de Vallecas, donde gana casi todo el mundo. Marcelino,
Marcelino...


FICHA TÉCNICA
Rayo Vallecano (2): Dani; Tito, Arribas, Jordi Figueras, Casado; Movilla (Diamanka,
m.57), Javi Fuego; Trashorras, Michu, Piti (Rayco, m.69); y Tamudo (Lass, m.55). Sevilla
FC (1): Javi Varas; Coke, Fazio (Medel, m.53), Spahic, Fernando Navarro; Escudé; Luna
(Kanouté, m.54), Rakitic, Perotti; Reyes (Trochowsky, m.76) y Álvaro Negredo. Goles:
1-0: M.45 Michu; 2-0: M.50 Tamudo; 2-1: M.61 Escudé. Árbitro: González González (comité
castellano-manchego). Amonestó a Casado, Arribas y Diamanka del Rayo, y a Fazio, Escudé,
Fernando Navarro y Negredo del Sevilla. Incidencias: encuentro correspondiente a la
decimoctava jornada de la Liga de Primera División, disputado en el Estadio de Vallecas
(Madrid), ante 10.146 espectadores.