Un informe forense del Instituto de Medicina Legal de Cádiz ha confirmado que el aborto selectivo al que se sometió una embarazada de gemelos en una clínica abortiva de Sevilla concertada por el SAS, se le practicó al feto sano en primer lugar, mientras que al segundo feto, que presentaba una grave cardiopatía fetal incompatible con la vida, se le tuvo que realizar la fetolisis para paralizar su desarrollo días después, tras constatar el error en el hospital Puerta del Mar de Cádiz.
El caso fue denunciado por la madre, Gema F.M., ante la asociación 'El Defensor del Paciente', cuyos servicios jurídicos presentaron una reclamación patrimonial por valor de 214.000 euros ante la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía por presunta negligencia de la clínica sevillana.
Según las conclusiones del informe, --que ha sido presentado este miércoles en rueda de prensa por el letrado adscrito al Defensor del Paciente, José Luis Ortiz--, el feto número uno, de menor desarrollo gestacional y con un corazón sano, es al que se le realizó en primer lugar la fetolisis selectiva (pinchar con una aguja fina, larga y hueca a través de la barriga) el día 22 de diciembre de 2011 en la clínica sevillana.
Días después, una ecografía constata que el feto número dos, de mayor desarrollo gestacional y cuyo corazón era "macroscópicamente patológico", seguía vivo; por lo que el 20 de enero tienen que practicarle otra fetolisis en otra clínica de la capital hispalense.
Asimismo, el informe médico forense explica que tras el estudio de los corazones de ambos fetos, comprueban que el primer feto presentaba un corazón "normal, sin malformaciones externas"; mientras el segundo gemelo presentaba un corazón "patológico, con una escotadura en ápex cardiaco y un solo tronco arterial, que fue diagnosticada ecográficamente en vida del feto".
Los hechos a los que hace relación este caso, que aún no ha sido juzgado, se remontan a 2008 cuando una joven gestante de Cádiz, Gema F.M., que contaba por aquel entonces con 33 años de edad, sufrió un primer embarazo ectópico accidentado que no fue detectado a tiempo y que le motivó la perdida de la trompa de Falopio derecha por una negligencia médica en una clínica de Jerez, que ya fue condenada al pago de una indemnización de 18.000 euros.
Como consecuencia de ello, sus posibilidades de quedarse embarazada descendieron considerablemente, motivo por el que inició un periplo para someterse a un proceso FIV (Fecundación In Vitro), que le llevó incluso hasta el Hospital Virgen de las Nieves de Granada y llegando a soportar hasta siete intentos de embarazo frustrado.
Finalmente, en 2011 consiguió quedarse embarazada a la octava vez de gemelos, también por procedimiento FIV, si bien cuando estaba de 20 semanas el Hospital Puerta del Mar de Cádiz le diagnosticó que el segundo feto de los dos que tenía padecía una cardiopatía fetal grave, denominada 'truncus arterioso'.
Este hecho provocaba que dicho feto fuese inviable, por lo que los padres solicitaron un aborto en este gemelo, siendo autorizado por el Comité de Interrupción Voluntaria del Embarazo del Hospital Puerta del Mar a ser realizada esta IVE en una clínica privada de Sevilla concertada con el SAS.
En diciembre de 2011, la gestante fue atendida por un ginecólogo, al que le aportaron toda la documentación que traían del Puerta del Mar sobre el feto que traía afecto de 'truncus', "comentándole que el ginecólogo le había comunicado que era el segundo gemelo el que estaba enfermo, a lo que el médico le preguntó si era el de la izquierda o el de la derecha", prosigue este abogado en su escrito de reclamación, en el que se aclara que la gestante "le contestó que lo desconocía pero que estaría en la historia clínica que le entregaba".
"Entonces el doctor le hizo allí mismo una ecografía, y tras la misma, le manifestó que ahora todo lo veía muy claro y que ya sabía cuál era el gemelo que estaba enfermo. Acto seguido, realizó una fetolisis selectiva al supuesto gemelo enfermo para paralizar su desarrollo e interrumpir el embarazo de dicho feto". Los informes de la operación indicaban, además, que había sido un éxito.
Pese a ello, a su vuelta al Hospital Puerta del Mar de Cádiz, y tras una ecografía, "se percataron que habían pinchado al feto sano y que el feto con el problema del corazón seguía vivo". A la vista de tal situación, solicitó de nuevo autorización al Comité Clínico de Interrupción Legal de la Gestación del Puerta del Mar para interrumpir el embarazo, abortando a finales de enero de este año en otra clínica diferente de Sevilla. Finalmente, se le programa el aborto de los dos fetos muertos.
A la vista de todos estos hechos, han presentado una reclamación patrimonial por valor de 214.000 euros ante por una "grave negligencia médica" por parte de la primera clínica abortiva de Sevilla que practicó "erróneamente" el aborto selectivo al feto que no portaba la grave dolencia, y que ya tenía 20 semanas y un día de gestación.
Además, los servicios jurídicos de su defendida aluden a lo gravoso de este caso, por cuanto "era un bebé muy deseado después de ocho abortos frustrados", a lo que agregan "la dificultad de quedarse embarazada en el futuro, no sólo porque en 2008 perdió una de las trompas de Falopio, sino porque en la actualidad cuenta con 36 años de edad y su edad fértil va decreciendo día a día".