Unicaja ha vuelto a ser, diez años después, la propietaria del 100% del llamado Banco Europeo de Finanzas (BEF). O banco de cajas, ya que en 2007 el entonces presidente andaluz Manuel Chaves dirigió a las entonces seis cajas existentes en la comunidad a entrar en el accionariado del BEF para hacer inversiones conjuntas.
Fue una suerte de remedo del fallido proyecto de caja única, pero tampoco cuajó.
Los tres socios que se mantenían en el capital, Caixabank y BMN junto a Unicaja Banco, acordaron en 2014 que los dos primeros saldrían de la entidad. Esa operación se ha formalizado ya, según ha informado el BEF al registro mercantil, y ambas entidades recibirán 57 millones.
Caixabank, que heredó el 40% de Cajasol, percibirá 37,8 millones. BMN, que asumió el 20% que tenía la extinta CajaGranada, ingresará 18,9 millones. Cajasur, hoy filial de Kutxabank, ya salió del capital en 2011, cuando Unicaja y Cajasol asumieron su participación. La salida de los dos socios se produce mediante la amortización de acciones a través de una reducción de capital, con lo que este queda situado en 24,7 millones.
Unicaja Banco confirma que efectivamente pasa a controlar el 100% del BEF y que aún no se quiere comunicar el nuevo rumbo que tomará la entidad. La operación debe aún recibir autorización del Banco Central Europeo, el Banco de España y el Ministerio de Hacienda.
El principal activo del BEF, un banco nacido en Madrid en 1989 que quebró dos años después y cuyo principal acreedor en ese momento era una de las cajas que se integró en Unicaja (Caja de Ronda),
es su ficha bancaria.
Volumen modesto
Pese a que cuando dio entrada a las cajas andaluzas en 2007 se previó su participación en grandes operaciones de financiación empresarial, así como la prestación de servicios de tesorería a la Junta de Andalucía, lo cierto es que su actividad es muy pequeña. Y decreciente, ya que en 2016 sus ingresos (margen de intereses fruto de la actividad típica bancaria de prestar y captar dinero) fueron de 595.000 euros, un 17% menos. El resultado neto fue positivo en 11.000 euros, siete veces menos que el año anterior.
Una posible orientación podría ser hacia banca de inversión y de empresas, donde Unicaja tiene hasta ahora presencia reducida y el BEF experiencia previa. El banco tiene una veintena de empleados, sede el PTA de Málaga y una oficina en Madrid.