Los accidentes de tráfico son la primera causa de muerte en los niños de hasta 14 años, según un estudio presentado ayer por Fundación Mapfre y Ford, que señala que un 48% de la mortalidad infantil se debe a esta causa. 

En las conclusiones del estudio presentado hoy, que complementa una campaña para aumentar el uso de los sistemas de retención infantil en los vehículos, se afirma que el 75% de las muertes y hasta un 90% de las lesiones se podrían evitar si los padres colocaran correctamente las sillitas de sus hijos. 

Un 25% de los encuestados reconoce no tener instalado en su coche los dispositivos adecuados para la seguridad de los niños; y, además, un 11% de los que sí los llevan admite no utilizarlos normalmente. 

Ante este dato, Miguel María Muñoz, presidente del Instituto de Seguridad Vial de la Fundación Mapfre, señaló que “esta cifra, que en principio es muy pequeña, en realidad es terroríficamente alta”, porque, según explicó, el uso de estos sistemas es la única manera de proteger a los pequeños en caso de accidente. 

Además, Muñoz insistió en que el riesgo de daño no se limita a los accidentes, sino que un simple frenazo brusco podría causar lesiones a los pequeños si no van bien sujetos. 

Manuel Luna, representante de Ford en la presentación del informe, recordó, por su parte, uno de los datos utilizados en la campaña: en caso de un frenazo a una velocidad de 50km/h, la masa de un niño pasa a ser de más de una tonelada, con lo que, según Luna, “no hay brazo humano que sea capaz de retenerlo”. 

Por otra parte, el estudio revela que entre las razones que los padres dan para no utilizar las sillitas de retención, la más habitual (38% de los casos) es que se trate de un trayecto corto, ante lo que Muñoz recordó que la mayoría de los accidentes de tráfico se producen precisamente en desplazamientos de este tipo. 

La comparación con otro estudio realizado hace cuatro años muestra que ha habido una mejora en cuanto al porcentaje de utilización, pero que sigue habiendo un desconocimiento en cuanto a cuáles son los dispositivos más adecuados, lo que puede llevar a utilizar sillas no homologadas o incorrectas para la edad y talla de los niños. 

Según las conclusiones del informe, en 2008 dos de cada diez niños viajaban sin la protección adecuada, lo que “puede hacer más daño que beneficio”, afirmó Luna, para incidir en la importancia de que los padres se dejen asesorar por un experto a la hora de elegir las sillas infantiles para sus coches.