Este próximo miércoles, la Mesa del Parlamento decidirá sobre la expulsión de Teresa Rodríguez y de otros siete diputados de Adelante Andalucía por transfuguismo, una vez que Izquierda Unida, a través de Inmaculada Nieto, acredite, o no, que los 8 diputados afectados han causado baja en el grupo parlamentario como consecuencia de su baja en su formación política. Una vez recibida esta información se elaborará un informe jurídico al respecto.
¿Qué espera que ocurra este miércoles en la Mesa del Parlamento?
–Espero que impere la cordura y que se escuchen los argumentos de los servicios jurídicos de la cámara para que no se tenga que judicializar por lo penal, por lo civil y por lo administrativo un conflicto que es meramente político.
¿Es usted una tránsfuga? ¿Qué responde a quien le acusa de ello?
–No. Un tránsfuga es quien traiciona el programa electoral con el que se presentó a las elecciones y se salta la disciplina de voto de su grupo para cambiar mayorías en una cámara. Es el tamayazo, son diputados que de repente votan con el adversario para cambiar correlaciones de fuerza a cambio de dinero o prebendas. Eso nunca ha pasado en nuestro grupo parlamentario. La tránsfuga fue Inmaculada Nieto que aprovechó su puesto de portavoz para pedir nuestra expulsión sin preguntar al grupo a que portavocea, con nocturnidad y alevosía y el acuerdo necesario de VOX en la mesa. Un tránsfuga se oculta y maniobra desde la sombra, nosotros en febrero de este año llegamos a un acuerdo con Pablo Iglesias mientras éramos dirección de Podemos Andalucía para retirarnos de la contienda interna. En ese acuerdo se nos reconocieron explícitamente nuestras posiciones institucionales y nos invitamos a colaborar y a no cerrar la puerta, tras la legislatura en la que estamos, a volver a confluir y todo el mundo tuvo la oportunidad de verlo en un vídeo que hicimos público. Un tránsfuga tiene que traicionar las siglas con las que concurrió a las elecciones, nosotros nos presentamos como Adelante Andalucía, una confluencia de organizaciones y personas en la cual seguimos estando, de hecho, las otras organizaciones de la coalición, las olvidadas andalucistas ya metieron un escrito al parlamento pidiendo nuestra readmisión inmediata en el grupo parlamentario. Si fuéramos tránsfugas, el PCE no estaría presentando enmiendas a la comisión de seguimiento del pacto antitransfuguismo en Madrid que estiran la definición de tránsfuga como si fuera un chicle para hacernos un traje a medida, tratando de normativizar ad hoc para librarse de la pluralidad, otra cacicada estalinista. Si aplican lo que predican tendrían que declarar tránsfuga también a la Ministra de Empleo Yolanda Díaz, que se fue de IU, y eso sería una absoluta majadería.
Usted comenta que existe un pacto con Pablo Iglesias, ¿Quién rompe, si es que se ha roto, ese acuerdo que entiendo que fue verbal?
–Entiendo que Pablo aunque todavía no me ha dado la cara. Precisamente porque el acuerdo fue oral, aunque dejamos constancia en un vídeo, la traición es más dolorosa, porque se rompe la confianza depositada en la palabra dada. Yo confiaba en su palabra, pero Pablo Iglesias me ha traicionado.
Hay medios que hablan de motivos económicos detrás de la decisión de ruptura… ¿Qué peso tienen esos motivos y qué pesos los ideológicos?
–Es un argumento sacado a toda prisa para tratar de compensar la metedura de pata que fue echarme durante mi baja de maternidad y la antipatía que cosecharon con ese gesto miserable. Han cobrado hasta el último euro mientras dirigíamos el Grupo Parlamentario. Seguramente para ellos esta batalla sea para quedarse con todo el dinero del grupo y pagar así sus muchas deudas con los bancos y su plantilla de profesionales. A nosotros nadie nos puede reprochar que estemos aquí por la pasta, fuimos los hoy expulsados quienes donamos el 60% de nuestro sueldo durante la cuarentena al SAS, ellos no quisieron, fuimos los ahora expulsados quienes donamos íntegras a causas sociales las dietas durante nuestras bajas y permisos, ellos no, somos nosotros el martillo de herejes con el asunto de las dietas y de la necesaria bajada de sueldo de los políticos, ellos no, tienen que pagar muchas deudas y financiar un aparato de partido enorme, nosotras no.
¿Sospecha que detrás de la petición de expulsión pueda haber otros motivos que aún estarían por salir a la luz?
–La defensa impagable que PSOE y Vox hacen de los intereses de Unidas Podemos para reventar Adelante Andalucía en la mesa del Parlamento da que pensar.
¿Está herida de muerte la confluencia de la izquierda en Andalucía? ¿Hay posibilidades de volver a un encuentro en común?
–Ojalá. Por responsabilidad. Ojalá. Yo les llamo a dejar de agredir y sentarse de nuevo a la mesa.
Si se formaliza la expulsión… ¿Qué pasos tiene pensado dar junto a los compañeros y compañeras que le acompañarán en el grupo no adscrito? ¿Se saldrán también del grupo los otros tres según sus palabras han sido indultados?
–A los tribunales por tierra, mar y aire. Por lo penal, por lo civil, al TSJA y al Constitucional. Yo creo que las echaran antes. Se verán crecidos y reforzados y no habrá tanto foco. Acabarán 6 diputados expulsando a 11.
¿Ha hablado con Inmaculada Nieto en estos días?
–No. ¿Cómo podría empezar esa conversación? Inmaculada, por favor, podrías dejar de prevaricar.
¿En ningún momento se imaginó que esto podría ocurrir?
–Jamás. De haberlo sospechado hubiéramos puesto de portavoz a alguien dispuesto a portavocear al grupo parlamentario.
Las formas de petición de expulsión, según dijo, no fueron las correctas… ¿le dolió que movieran fichas estando de baja maternal? ¿Qué opinión le merece las palabras de Irene Montero en las que le dijo que la política no se detiene por una baja?
–Revelaba una tremenda cobardía aparte de una ausencia absoluta de empatía y sororidad, que es la fraternidad entre mujeres. Supongo que pensaban que yo no saldría a defenderme, pero me han obligado, las acusaciones son muy graves. Lo de Irene Montero queriendo justificarlo fue aún peor, como Ministra de Igualdad además…En fin.
¿Siente que desde Madrid se ningunea a los compañeros y compañeras en Andalucía?
–Desde Madrid no se quiere una voz andaluza independiente de lo que decidan. Nunca se ha querido. Ha sido Enrique Santiago “y cierra España” (Secretario General del PCE) quien lo ha dicho a las claras, el andalucismo le parece “provinciano, localista y mediocre”. Revela su tremenda ignorancia de nuestra historia, de Infante, del 4D, de Caparrós, del 28 de febrero, es decir, de nuestro estatuto de nacionalidad histórica como la que más, como Cataluña, como Euskadi o como Galicia, pero aparte de eso demuestra la soberbia, el supremacismo y la desconfianza con la que se mira desde Madrid la posibilidad de una voz propia andaluza en el Congreso como la que tienen catalanes, vascas, gallegos, navarras, valencianos, baleares, canarias y hasta turolenses. Sería como el despertar del gigante dormido. Lo necesitamos y lo haremos, digan lo que digan en Madrid.
¿Tiene la intención de volver a presentarse en los comicios autonómicos ya sea bajo una confluencia o alejada de IU y de Podemos? Y por otro lado, ocurra lo que ocurra mañana, ¿Teresa Rodríguez seguirá en política?
–Teresa Rodríguez está “en política” desde que tiene uso de razón, militando en organizaciones sociales, en movimientos asamblearios, en el activismo de lo cercano y de lo global. Tendría que nacer otra vez para no seguir luchando por un mundo mejor, por las causas de la clase trabajadora, del feminismo, de los servicios públicos y el bien común, del Planeta y de Andalucía. Dentro o fuera del Parlamento.
Aunar a los votantes de izquierda bajo unas mismas siglas siempre ha sido una labor complicada y este tipo de confrontaciones suelen causar desánimos y hartazgos… ¿Qué responsabilidad cree que usted ha tenido en la misma y qué autocrítica realiza?
–Las izquierdas discuten mucho más que las derechas porque a las personas de izquierda nos mueven los ideales mientras a las derechas les mueven los intereses. Es más fácil ponerse de acuerdo en torno a los intereses que a los ideales. Yo tengo toda la responsabilidad del mundo, espero que pronto nos releve una nueva generación de militantes capaces de hacerlo mejor que nosotros.