El tiempo en: Valencia
Sábado 23/11/2024
 

Campo de Gibraltar

El comisario de Algeciras escribe su tercera novela

Se trata de 'El río guardó silencio', una novela ambientada en las fiestas del Pilar de Zaragoza, en cuya trama suceden una serie de asesinatos homófobos

Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
  • Luis Esteban -

El escritor y comisario de la Policía Nacional en Algeciras Luis Esteban afirma que los policías tienen "la mala suerte o la suerte de conocer las facetas más oscuras de la existencia", algo "triste" y que a veces "afecta" pero que también "nutre de muchos argumentos si tienes cierto afán por escribir".

Así se pronuncia Esteban (Zaragoza, 1972) en una entrevista en la que habla de su último trabajo literario, 'El río guardó silencio' (Editorial Suma de Letras), repasa su trayectoria como escritor y reflexiona acerca de esta faceta y su relación con su actual trabajo de comisario de la Policía Nacional en Algeciras.

Su nueva obra, la tercera en su haber, es una novela policíaca "de corte clásico" situada en plenas fiestas del Pilar de la capital aragonesa, un escenario en el que sucede una serie de asesinatos homófobos que se entremezclan de manera insospechada con otros hechos que llevarán a un inesperado desenlace.

De la mano del protagonista de la novela, el inspector Rosario Roy, el escritor desarrolla una obra en la que procura que se cumplan todos los requisitos que debe tener, según su criterio, una novela policíaca, como "que el lector tenga las mismas pistas para averiguar la verdad que el protagonista de la novela" o "que los métodos de investigación sean verosímiles".

Se sitúa, además, en su ciudad natal y donde se crió, Zaragoza, un lugar del que guarda "buenísimos y muchos" recuerdos y que le propició una escritura "gratificante", puesto que le ahorró el trabajo de documentación previa.

Precisamente, acerca de la localización admite que ha querido rendir "un pequeñísimo homenaje" a Zaragoza, pero matiza que "cualquier paraje" puede resultar inspirador para la novela negra, un género en el que "es más importante el delito que trates, la trama y el argumento que dónde lo ambientes".

Un género, el de la novela negra, que trata sucesos bien conocidos por su labor como policía, un trabajo que ha desarrollado durante más de dos décadas en diferentes unidades y que le ha permitido ver la cara de la maldad de cerca.

Sobre esta situación, explica que enfrentarse todos los días con estas realidades "va formando un poco de callo" y que, aunque al principio pueden impresionar, con el tiempo no pueden generar ese impacto "porque sería demoledor".

Esteban, que además es uno de los ganadores del concurso de televisión Pasapalabra, actualmente desempeña la labor de comisario y admite entre risas que echa en falta el trabajo de campo, puesto que es "más divertido, más intenso y más apasionante".

Un trabajo que compagina con la escritura, afición que surge de otra previa, la lectura, ya que se define como un "lector compulsivo", aunque el trabajo y las obligaciones familiares no le permiten leer todo lo que le gustaría.

Esta afición le llevó a preguntarse en algún momento cómo escribiría, una duda que le llevó a probar "juntar letras, a ver si sale algo", concluye con humor.

Desde entonces, ya ha publicado tres novelas: "El inspector que ordeñaba vacas" (Plataforma, 2013), un relato que mezcla la novela policíaca con tintes psicológicos, "La vida contra las cuerdas" (Plataforma, 2015), en la que cambia de registro para realizar una obra de corte similar a "Edad Prohibida", de Torcuato Luca de Tena, y, por último, la novela que acaba de presentar.

Dos años ha respetado entre libro y libro, una dinámica que no sabe si podrá continuar porque para escribir tiene que "robar horas al sueño" y las obligaciones laborales son mayores, aunque le gustaría seguir haciéndolo puesto que disfruta con ello mucho.

No obstante, Esteban confiesa que contempla la posibilidad de construir una saga literaria de la mano del protagonista de su última novela.

Un hecho premeditado, el dejar "algún conflicto emocional abierto" en este último trabajo, que le permitirá retomar las investigaciones de Roy y continuar con su carrera literaria.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN