El Partido Popular de Algeciras se ha hecho especialista en cumplir las expectativas. Poco o nada sorprendió que obtuviera, en 2011, la mayoría absoluta de 16 concejales que hizo alcalde a Landaluce, por el previsible descalabro socialista al que dieron lugar errores de bulto en la gestión, el gran endeudamiento y la errónea elección de su candidato. Poco o nada sorprendió, igualmente, que los populares revalidasen en 2015 dicha mayoría, aun cuando el desgaste de ese partido a nivel nacional vaticinaba la posibilidad de que los resultados obligasen al PP a buscar pactos para mantenerse en el poder. Y poco o nada sorprende ahora que la encuesta de SW Demoscopia para VIVA CAMPO DE GIBRALTAR vuelva a dar esa mayoría absoluta al partido del alcalde y senador.
Lo primero que llama la atención es la consolidación del voto popular, que no solo no disminuye, como ha ocurrido en otras localidades, sino que sube, dándole opción incluso a conseguir un concejal más, así como la aplastante superioridad de Landaluce como candidato con respecto al resto de líderes políticos, que se manifiesta, para empezar, en su grado de conocimiento por parte de la ciudadanía (un 97% que el resto de futuribles no llega a igualar sumando sus respectivos registros) y que se concreta en el hecho de que sea el único que aprueba, incluso superando el seis.
Lo segundo, el ascenso de Ciudadanos, enmarcado también en la progresión del partido a nivel nacional, pero también resultado de la labor, a veces silenciosa, poco vistosa, pero aparentemente efectiva, de su líder a nivel local, Ignacio Holgado, quien es, además, el tercer posible candidato mejor valorado, acercándose al cinco. No podemos olvidar tampoco que, dentro de lo negativo que resulta para el principal partido de la oposición no recortar diferencias, Juan Lozano ha logrado, según esta encuesta, consolidar el voto cosechado por el PSOE en 2015, lo que tampoco es un mal punto de partida. Quienes salen peor parados con la encuesta son Algeciras Sí Se Puede, auspiciada por Podemos, e IU, que aglomeran la pérdida de apoyos de la izquierda y acumulan, además, las peores valoraciones para sus respectivos líderes, por otra parte desconocidos para gran parte de la ciudadanía. Algo que tal vez les debería hacer replantearse su estrategia de cara al año y poco que queda para los comicios municipales.