Todo comenzó hace unos años con la emisión de 'Rocío, contar la verdad para seguir viva'. Un documental en el que Rocío Carrasco rompía años de silencio y exponía públicamente con pruebas judiciales lo que había vivido durante años por parte de Antonio David Flores. Con esos episodios conocimos la verdad de la historia, dando respuesta a la multitud de preguntas que había entorno a la hija de Rocío Jurado. Tras años fuera de pantalla y con batallas judiciales interminables con el padre de sus hijos, Rocío se armaba de valor para contar en primera persona el infierno que había vivido, desmontando así la versión que Antonio David y su mujer por aquel entonces, Olga Moreno, se habían encargado de esparcir en los medios de comunicación.
Después de la emisión de esta primera parte llegaba a nuestras vidas 'En el nombre de Rocío', la segunda parte del documental donde exponía abiertamente los motivos que le habían llevado a no tener relación con nadie de su familia mediática. También con pruebas, Rocío dejaba claro que no tenía trato con ninguno de ellos por motivos de peso y además, les quitaba la careta a todos relatando el comportamiento que habían tenido tras la enfermedad de su madre. Lo que ha vivido Rocío Carrasco en sus meses de silencio ha sido un infierno que llevó a querer quitarse la vida en un momento dado, algo que ella misma ha contado públicamente, pero lo cierto es que desde hace dos años ha resurgido como el Ave Fénix. Después de contar su historia, desahogarse públicamente y hacer justicia, la colaboradora de televisión se ha dejado ver en muchos programas de televisión con una sonrisa de oreja a oreja.
Y no precisamente por lo que muchos creen, sino porque la ilusión y las ganas de salir adelante le han invadido su ser. Ha borrado de un plumazo la versión que nos habían contado y ha conseguido demostrar públicamente su verdad, que se ha convertido en la verdad de la historia. Se ha quitado de encima un peso que llevaba arrastrado ella sola, en compañía de su marido, durante años y eso le ha liberado. Ha aprendido a disfrutar de la vida y ahora se muestra como una mujer completamente renovada, motivada, ilusionada, que aprovechó la oportunidad que le dieron un día para hacer justicia a su manera.
Además de los relatos tan duros que emitió Rocío en sus espacios, la hija de la Jurado ha ayudado a visibilizar lo que muchos desconocían: la violencia vicaria. Gracias a su testimonio y a contar las situaciones que ella, desgraciadamente, vivió con el padre de sus hijos a raíz de su divorcio, muchas han puesto nombre al calvario que viven en sus casas. Rocío llegaba hace dos años a los platós de televisión para romper su silencio y contar su verdad, pero lo cierto es que llegaba para quedarse y disfrutar, como está haciendo, de todas las oportunidades que le están dando en los diversos espacios de Telecinco.