La vida es un carrusel de altos y bajos, de grandes experiencias y rutinas insufribles, de vivencias excelentes y momentos críticos. Hay tiempos para aprovechar todas nuestras energías y otros para desperdiciarlas, fragancias de las más exquisitas y olores nauseabundos., grandes oportunidades y pequeños detalles que nos alegran la relación con los demás.
Podemos decir adiós a las neurosis y depresiones, si abrazamos con todas nuestras fuerzas las cosas que nos inyecta bienestar y apartamos de nuestro camino todo lo tóxico que solo nos provocan arrugas e irritaciones, si le damos una oportunidad a los días llenos de alegría y las noches mágicas.
Tampoco estaría mal que para disfrutar de momentos de brillo y glamour, evitáramos chifladuras,majaderías, tonterías y otras cosas por el estilo. Cada día hemos de procurar hacernos un regalo que por muy simple que sea nos parezca único.
Debemos ser capaces de gozar a tope de las situaciones irresistibles, que cuidemos con mimo y esmero la amistad, seamos leales a nuestros principios y a quienes merecen la pena, y tengamos la capacidad de construir sueños desde los momentos más críticos y difíciles.
Vivimos en un mundo lleno de conflictos e infiernos , en el que hay especialistas en crear sospechas sobre los demás , tender trampas a todos los que les rodean, y dar todo tipo de vueltas de tuerca para hacernos la vida más difícil todavía.
Por mucho que nos empeñemos en colocar cada cosa en su sitio y emplear cada palabra con precisión, por toneladas de reflexión e ingenio que le echemos, hay cuestiones que son inclasificables y sorprendentes, entre lo fantástico, lo intrigante, y los hechizos de múltiples conjuros.
Entre oscuridades y claridades, hemos de abrir las ventanas cegadas y las puertas clausuradas, transformar en auténticas las falsedades, luchar porque haya mundos alternativos y futuros posibles, y no tener miedo a emprender nuevas aventuras.
No admitir que las cosas son como siempre nos la han contado, sin presuponer que tal vez nos hayan mentido, y que hemos de hacernos preguntas sobre lo ocurrido para poder tener algún poder de decisión sobre lo que puede suceder.
El bien es fácil de identificar, pero el mal adopta formas inimaginables, entre trepidante, fascinante y avasallador, por lo que pocas veces podemos evitar sus maldades y argucias, desde la convicción que nuestra capacidad de asombro ante fenómenos resulta reveladora en muchas ocasiones.
Los hechos suceden en un tiempo y un espacio y van construyendo la historia de nuestro mundo, entre victorias aparentes y derrotas ocultas,acercándonos a la compresión y clarividencia de la gente y deslumbrando a quienes se la contamos.
Con nuestras cabezas, nuestros verbos y nuestras manos, encontrar muchas razones para ser creativos o trucos para mostrarnos hábiles, para hacernos preguntas sobre nuestras virtudes o nuestros puntos débiles, para vivir o para soñar con el nunca jamás.
No nos debemos dejarnos manipular con falsas razones y pretextos. Debemos concentrarnos en mejorar nuestras vidas, ser más inteligentes y prácticos y no cargar sobre nuestros hombros los problemas que nos crean los demás, tomando distancia y yendo paso a paso hasta nuestros objetivos.