El Madrid comenzó inspirado (8-0 en los dos primeros minutos), ante un Barcelona que pareció acusar la derrota del primer partido. Puro espejismo. Desde ese momento hasta el final del primer cuarto el parcial fue de 2-11 para los azulgranas.
El Madrid se embrolló en ataque y su trabajo defensivo no tuvo el reflejo deseado con Navarro (4 puntos) y Oleson (5) tirando del carro de su equipo.
Con 10-11 en el primer parón del partido, Pablo Laso, entrenador del Real Madrid, se planteó redoblar la defensa. Poco a poco, sin desfallecer, haciendo rotaciones mirando menos al aro rival, fue minando la moral y los tiros del Barcelona, que poco podía hacer ante el trabajo de zapa de sus rivales.
Begic y Slaughter dominaron bajo el aro, con la inestimable colaboración de Rudy, que capturó 6 rebotes hasta el descanso.
En el Real Madrid todos anotaban, todos trabajaban y nadie escatimaba esfuerzos, mientras el marcador iba registrando paulatinas y crecientes ventajas locales (19-14, min.13 y 25-17, min.16).
Navarro, Oleson y Lorbek mantuvieron al Barcelona en el marcador, aunque los visitantes volvieron a demostrar una falta de ideas preocupante.
Al descanso, 36-26, diez puntos de ventaja que dieron cierto aire al Real Madrid, en la misma proporción que sembró dudas en los azulgranas.
Tres tiros libres de Rudy ampliaron la ventaja hasta los trece puntos, 39-26, a los pocos segundos de reanudado el juego. Xavi Pascual, entrenador del Barcelona, ordenó defensa en zona y el partido dio un cambio radical.
El Madrid volvió a tener un eclipse ofensivo, al tiempo que Oleson se echó el equipo a su espalda y Navarro cerró, con un triple, un parcial de 0-11 que volvió a estrechar el marcador, 39-37 (min.23).
Con Mirotic especialmente torpe en sus decisiones, Laso dio entrada a la seguridad, al trabajo, la experiencia y efectividad de Felipe Reyes. Volvió la defensa, volvió el espíritu de sacrificio en defensa y volvieron las ventajas locales, 45-37 (min. 25).
Un triple de Llull colocó la máxima diferencia hasta el momento, 53-39 (min.28), y al final del tercer cuarto se llegó con un 55-46. Todo el trabajo del Barcelona se redujo a recuperar un punto en la desventaja. Poca recompensa para tanto esfuerzo.
Navarro y Rudy asumieron el mando de las operaciones en el inicio del periodo de la verdad. El Barcelona volvió a amenazar (59-54, min. 32,30) y Navarro volvió a ser decisivo con un triple (59-57) que puso el partido en el filo de la navaja a falta de poco menos de siete minutos.
Cada balón pasó a valer su peso en oro, cada posesión un universo y cada tiro una galaxia. El Barcelona siguió con el aliento en el cogote del Real Madrid, 65-64 (min.37,15), aunque dejó de cumplir una de las máximas del baloncesto: culminar la remontada adelantándose en el marcador.
No lo hizo hasta que faltaban 7.7 segundos, 71-72. El Madrid sacó a cuatro pequeños y a Begic. Tiró Sergio Rodríguez, tiró Carroll y el balón no quiso entrar, tampoco los árbitros pitaron falta personal. El Barcelona empata la eliminatoria.