El Almería, que pareció jugar sólo lo justo y que tuvo una gran efectividad en el ataque, dejó abierta una eliminatoria que parecía sentenciada con el 0-4, pero su relajación final le costó caro y el Betis, pese a su mala imagen, recortó el marcador (3-4) y dejó el pase a octavos abierto para la vuelta.
El partido empezó frío por las alineaciones de los dos equipos, con jugadores que no son habituales en el torneo liguero y porque también en ambos no se escondió que el objetivo principal de la temporada es otro al de la Copa, pues para los sevillanos es acercarse a la lucha por los puestos de ascenso directo a la máxima categoría y para los almerienses vivir mas alejados de la zona de descenso a la Liga Adelante.
Esta frialdad se notó también en las gradas del Benito Villamarín, un estadio con capacidad para unos cincuenta mil espectadores y que en este partido concentró a unos dos mil.
Más frío se quedó aún el aficionado verdiblanco cuando a los tres minutos, en el saque de un córner con estrategia, el Almería se adelantó en el marcador por mediación del defensa José Manuel Jiménez 'Mané' y dos minutos mas tarde el delantero tailandés Teerasil Dangda recibió un buen pase en profundidad y batió al hoy portero bético Dani Giménez, primer tanto del futbolista asiático como jugador del conjunto que entrena Francisco Rodríguez.
Frío no, helado, se quedó el público cuando antes de que se cumpliera la media hora llegó el tercero del Almería, de Quique González en otra jugada de estrategia a la salida de una falta lateral, tanto que llegó consecuencia del mayor criterio del conjunto visitante ante un Betis perdido y sin recursos.
Solo en los últimos minutos del primer período, cuando el Almería reculó con el 0-3 y el Betis quiso reaccionar ante las protestas del poco público, los locales crearon sus primeras jugadas de peligro, una clara de cabeza del central franco-polaco Damien Perquis y otra desde lejos del delantero franco-italiano Vincenzo Rennella.
Juan Merino, que se inauguró como entrenador interino procedente del filial la pasada semana tras la destitución Julio Velázquez, debutó con victoria en el campo del Llagostera (0-2) pero su presentación en el Villamarín le dio poco crédito según lo visto en la primera mitad.
Los béticos quisieron demostrar ganas en la segunda parte y el Almería se dejó encerrar para que el rival gozara de ocasiones de acortar distancias en el marcador, pero fue el conjunto visitante el que, a la contra, sorprendió otra vez con un centro medido del brasileño Wellington Silva para que rematara Édgar Méndez.
Con el 0-4 y con media hora de juego por delante pareció que el partido quedaba cerrado con dos equipos que pensaron también en su compromisos del próximo lunes en sus respectivas ligas, aunque el máximo goleador de la historia bética, Rubén Castro, que había salido para disputar los últimos minutos, marcó el 1-4, poco después llegó el segundo local obra de Perquis y en el minuto noventa fue Jorge Molina el que puso el 3-4 que deja la eliminatoria abierta.