Se rompió la racha cadista. Y lo hizo en un mal partido de los amarillos, desconocidos en todas las facetas del juego. El equipo fue una sombra del que otras jornadas ha maravillado y se quedó sin puntos al no tener oportunidades claras para marcar y regalar al Valladolid un 0-1 que pesó como una losa.
Con Nico Hidalgo fuera de la lista final a causa de un proceso febril, el once titular no sorprendía en absoluto porque la única duda la había resuelto de antemano el entrenador. Eddy Silvestre era el acompañante de Abdullah en el mediocentro, tal y como confirmó Cervera.
Salvi pudo marcar, pero su remate picado de cabeza se estrelló en el larguero, de donde fue a parar a las manos de Becerra y de ahí al pie de Ortuño, que casi aprovecha la lentitud del meta. Había sido la primera gran ocasión del partido, pero sin frutos para cambiar el resultado.
Un fallo del portero cadista permitió a los visitantes abrir el marcador. Jordan disparó sin demasiada colocación y mucha menos fuerza, pero al guardameta se le escurrió el balón entre las manos y fue a parar a la red.
Cifuentes se tragó el gol, eso así y hay que decirlo sin paños calientes porque él fue el primero en reconocer su grave error y pedir perdón con los brazos en alto. En una buena temporada a nivel individual ha cometido errores y en un portero siempre se notan más por sus consecuencias negativas, pero el balance general continúa siendo positivo.
De hecho, el propio Cifuentes salvó el 0-2, de nuevo a disparo de Jordan, pero esta vez el balón iba raso al otro poste y el guardameta se lanzó a ras de suelo para desviarlo a corner.
Los amarillos acusaban el golpe y eran una marioneta en manos vallisoletanas. Sin crear más oportunidades de gol, los visitantes dominaban el partido a su antojo y el Cádiz era incapaz de trenzar una sola jugada con sentido. Hacía falta alguien con criterio en el centro del campo, alguien que dijera "ahora jugamo así" y se echara encima la responsabilidad de crear juego. Esa pieza se llama José Mari y no estaba, así que los de Cervera se encomendaban a las bandas, de momento bien tapadas y a la aportación de un Rubén Cruz que bajaba a recibir el balón.
Precisamente un disparo de Rubén Cruz se convirtió en la mejor ocasión cadista de la primera mitad, pero el vuelo de Isaac Becerra evitó el tanto del empate justo antes de un descanso en el que Cervera intentaría reordenar a los suyos para buscar algo positivo del encuentro.
Comenzó la primera mitad con un acercamiento cadista, a balón parado Aridane no encontró portería. Pero al Cádiz no le salía nada en su, posiblemente, peor partido de la temporada en casa.
Con más de una hora por delante, Cervera tiró de Güiza, a quien metió en el campo en sustitución de Salvi. El jerezano se ubicó centrado, desplazando un pelín a Ortuño, que caía a la derecha.
Con la siguiente variante, Rubén Cruz pasó al doble pivote junto a Eddy, saliendo del campo Abdullah para dar entrada a Aitor, el hombre de los goles imposibles. Pero de momento no era la tarde del Cádiz, espeso en todas sus líneas y quizás acusando jugar pocos días después de su último envite.
Hasta el público estaba frío justo cuando más lo necesitaba el equipo, pero nada era lo que suele ser en un partido que iba ganando el Valladolid habiendo hecho muy poco, más bien nada.
A falta de diez minutos, el Valladolid se veía obligado a un cambio de portero por lesión de Becerra. Pau Torres entraba para disputar el tramo final y, sin calentar, el Cádiz esperaba pillarlo en frío. Por parte cadista, Cervera ya tiraba la casa por la ventana y retiraba a Brian Oliván para meter en el campo a Gorka Santamaría. Daba igual encajar gol, el riesgo era asumible para buscar el empate.
Pero no salía nada. Ni los cambios mejoraron al equipo, ni se creo una sola oportunidad de peligro para el empate. Todo eran errores en el pase, en los controles y en cualquier cosas que intentaban los amarillos ante un rival encerrado desde hacía ya muchos minutos.
Toca pensar en la segunda vuelta y olvidar este partido, que para nada debe empañar la gran marcha del Cádiz, que pase lo que pase esta jornada seguirá entre los mejorse de la categoría.
- Ficha Técnica -
Cádiz CF - 0: Cifuentes, Carpio, Aridane, Sankaré, Brian Oliván (Gorka Santamaría, min. 81), Abdullah (Aitor García, min. 69), Eddy Silvestre, Salvi (Güiza, min. 57), Álvaro García, Rubén Cruz y Ortuño.
Real Valladolid - 1: Becerra (Pau Torres, min. 80), Moyano, Álex Pérez, Guitián, Leao, Balbi, Jordan, Álex López, Míchel, Juan Villar (Sergio Marcos, min. 68) y Mata (Raúl de Tomás, min. 66).
Gol: 0-1: Jordan (min. 19)
Árbitro: Medie Jiménez (comité catalán). Amonestó con cartulinas amarillas a Rubén Cruz (min. 43), Aridane (min. 47), Moyano (min. 90) y Pau Torres (min. 94).