Con este título y en plena Eurocopa, sería fácil pensar que voy a hablar de fútbol. Sin embargo, ando un poco de uñas con el deporte rey. Sólo sigo al San Fernando y este año va y desciende. Me gusta que gane la selección, pero el tono aséptico de los jugadores con respecto a temas candentes (como el caso Rubiales) y su tendencia a ponerse de perfil casi todo el tiempo me toca bastante la moral. Y los cojones, dicho sea de paso. Como decía, dejemos el fútbol para otro momento porque hay otros temas más importantes. Por ejemplo, como la tirria hacia una persona puede llevar a atribuirle algo que no hizo y a desatar una oleada de odio infundado en redes sociales. Va por ti, Gema Tacón.
No seré yo quien descubra la pólvora, que lleva tiempo inventada. Ni tampoco voy a presentarles a Gema, una escritora que ya lleva bastante tiempo en esto (16 novelas, oigan). En todo caso, me descubriría ella a mí, que me conocen en mi casa y porque vivo solo. Tampoco hace falta descubrir que es una mujer que va de frente, que suelta las cosas tal y como las ve y las siente, que siempre
se la queda jugando al escondite precisamente porque no se esconde. Lo que viene siendo una persona valiente. Por eso, una vez que he preguntado por el tema tanto a la propia interesada como a quien me haya podido decir algo al respecto, me atrevo a pronunciarme. No soy periodista, pero siempre es mejor acudir a la fuente.
Por lo poco que he hablado con Gema Tacón, pues hace poco que coincidimos en las redes, me costaría pensar que ella fuera Pussie Lánime, pseudónimo que firma un libro de ficción cómica que satiriza los premios literarios de Amazon. A fin de cuentas, ella ha hablado de este tema de frente y, como ella misma dice, “con mi nombre y mi puta cara”. Por eso, todo el alud de reacciones, robo de cuentas en redes, publicaciones suplantando su identidad y un largo etcétera de actos que se resumen en una palabra (acoso), carece de todo sentido. No sólo por el hecho de atribuirle un libro sin tener constancia de que realmente Gema fuera Pussie Lánime y desatar una tormenta contra ella; también, por el hecho de llevar a cabo toda esta campaña de odio por decir lo que se piensa. En resumen, poco importa si lo hizo o no aún siendo evidente que no es el caso, la cuestión es que se ha atacado a alguien por decir algo. ¿Acaso Cela tuvo el mismo problema cuando dijo que el Premio Cervantes estaba “cubierto de mierda”? Pues Gema sí, aún siendo por un libro que no ha escrito.
Hace tiempo hablé de lo que supone la polarización, de la gente que promueve boicots por pensar o criticar ciertas cosas, de quienes me decían que no me pronunciara sobre ciertos temas porque me restaría público... precisamente, ya que estamos en plena Eurocopa, que no quisiera ser Mbappe y fuera Unai Simón. Gema ha abordado el tema con valentía, respondiendo como se debe y sin perder esa personalidad fuerte con la que he tenido la suerte de encontrarme. Por eso, ya que en el fútbol es sinónimo de clase, titulé esta columna con el
Toque de Tacón. De Gema Tacón. Y que aprendan Simón y Mbappe.