La historia pudo acabar en tragedia. Gracias a Dios, ahora sonríe intentando poner buena cara a la situación que le tocó padecer. El pasado jueves, en la tradicional zambomba que organiza el Racing Portuense en fechas navideñas, reunió a toda la plantilla racinguista en torno a una fiesta que pudo acabar en una fatalidad.
El roteño Álex Expósito, en su vuelta a la Villa de Rota y debido a las lluvias caídas y a la tierra que se encontraba sobre la carretera A-491 que une El Puerto y Rota y que lleva paralizada más de dos años, fueron, según las primeras estimaciones policiales, la causa de que el coche saliera de la calzada y diera varias vueltas en campana.
A pesar del aparatoso estado en el que quedó el vehículo, siniestro total e inservible, el bravo jugador sólo sufre heridas superficiales en la cabeza y cara y moratones en uno de sus ojos, además de la rotura de uno de sus dedos de una de sus manos.
“He vuelto a nacer y eso es lo más importante; alguien me ha dado otra oportunidad. La verdad que he visto las fotos del estado de cómo ha quedado el coche y no me lo termino de creer”, relataba Expósito recordando el mal trance que le tocó sufrir.
Tras el susto, “ahora lo que quiero es recuperarme lo antes posible para volver a estar con mis compañeros. Tengo que guardar reposo pero mi intención es ir haciendo carreras para no perder la forma”. La fuerza y las ganas por seguir hacia delante le motivan a querer estar cuanto antes con su equipo.
Medio en broma medio en serio, se plantea ir a “entrenar aunque sea en autobús desde Rota”. El 9 racinguista no se pone plazos para su vuelta, pero lo que sí parece seguro es que ésta no se producirá hasta 2013. Eso viendo lo que pudo haber sido, debe ser lo de menos.