La inflación se situó en mayo en el 8,7 %, cuatro décimas por encima de la de abril, repunte en el que influyó el encarecimiento de los carburantes y de algunos alimentos frescos como los cereales, lácteos, huevos y carne, según ha confirmado este viernes el Instituto Nacional de Estadística (INE).
El índice de precios de consumo (IPC), sin tener en cuenta las últimas variaciones de impuestos, habría registrado un aumento interanual del 9,6 % en mayo, casi un punto más que el IPC general.
Por su parte, la inflación subyacente (una vez eliminados los alimentos frescos y la energía) ha aumentado cinco décimas en mayo, hasta el 4,9 %, la tasa más elevada desde octubre de 1995.