La economía de la zona euro logrará crecer un 1,6% este año, pero sufrirá una severa desaceleración el próximo año, cuando apenas registrará una expansión del 0,3%, para volver a crecer un 1,5% en 2013, según las nuevas previsiones actualizadas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que ha advertido de que si la región no logra resolver la crisis de deuda y restaurar la confianza en los mercados, estas perspectivas serían aún peores.
En una actualización de sus proyecciones macroeconómicas en vísperas de la cumbre del G-20 que tendrá lugar el 3 y 4 de noviembre en la localidad francesa de Cannes, el secretario general del llamado 'Club de los países ricos', Angel Gurría, subrayó que "es el momento de pasar a la acción", especialmente en lo que se refiere a los acuerdos alcanzados la semana pasada por los líderes europeos, que, a su juicio, "van en la dirección adecuada".
Asimismo, la institución insta en dicho informe a que los países desarrollados del G-20 mantengan los tipos o, donde fuera posible, sean rebajados, señalando expresamente al Banco Central Europeo, que mantiene los tipos en el 1,50%, frente al nivel cercano a cero de EEUU y Japón o el 0,50% de Reino Unido.
"Los bancos centrales deberían continuar suministrando liquidez para aliviar las tensiones en los mercados financieros. Asimismo, deberían asegurar un mayor relajamiento monetario, incluso mediante medidas no convencionales, en el caso de intensificarse las tensiones en los mercados", apunta la institución.
De este modo, la OCDE advierte de un marcado incremento de la incertidumbre en los últimos meses debido a la crisis de deuda de la zona euro y la situación fiscal de EEUU, por lo que "sin tener en cuenta nuevos eventos ni la toma de medidas" su previsión de crecimiento del PIB para el conjunto de la economía será del 3,9% este año y del 3,8% en 2012, mientras que para 2013 augura un 4,6%.
A este respecto, la OCDE advierte de una importante divergencia entre la expansión de los países desarrollados y la de las economías emergentes, ya que, aparte de la eurozona, prevé que EEUU crezca un 1,7% este año y un 1,8% en 2012, para expandirse un 2,5% en 2013, mientras que los países emergentes del G-20 crecerán un 7,2% este año y un 6,7% en 2012.
En el caso de Japón, la OCDE espera una contracción del PIB del 0,5% este año, pero un crecimiento del 2,1% en 2012 y del 1,5% en 2013. Por otro lado, China crecerá un 9,3% este año y un 8,6% en 2012, mientras que en 2013 la expansión prevista será del 9,5%.
No obstante, la institución con sede en París ha subrayado que estas son sus previsiones si los gobiernos siguen la actual inercia y no se aplican medidas, por lo que podría alcanzarse un escenario mejor si se aplican de manera rápida y exhaustiva las medidas pactadas por la UE el pasado 26 de octubre, ya que "van en la buena dirección y contribuyen a restaurar la confianza" y podrían ayudar a restaurar la confianza creando un círculo virtuoso que podría dar lugar a un mayor crecimiento económico.
"En contraste, las perspectivas pueden ser peores si los compromisos de los líderes de la UE no logran devolver la confianza y no se resuleve de manera ordenada la situación de la deuda soberana y/o la política fiscal en EEUU pasa a ser excesivante restrictiva".
En este sentido, el análisis de la OCDE sugiere que un deterioro de las condiciones fiscales en una magnitud similar a la de la crisis entre 2007 y 2009 podría desembocar en una caída del PIB de hasta el 5% en algunas de las principales economías de la OCDE hasta la primera mitad de 2013.