—valencia cf—Renan, Miguel, Albiol (Marchena, m.67), Alexis, Moretti (Morientes, m.61), Albelda, Manuel Fernandes (Baraja,m.61), Joaquín, Mata, Vicente y Villa. —racing de santander—Toño, Pinillos, Marcano, César Navas, Sepsi, Lacen, Colsa, Munitis (Goncalves, m.88), Óscar Serrano, Jonathan Pereira (Moratón, m.83) y Tchité (Juanjo,m.90). Arbitro: Turienzo Álvarez Goles: 0-1 Tchité (m.22) 1-1 Villa (p) (m.27) 1-2 Tchité (m.48) 2-2 Joaquín (m.67) 2-3 Tchité (m.79) 2-4 Albelda (p.p.) (m.84) Incidencias: Partido disputado en el campo de Mestalla ante 15.000 espectadores. Terreno de juego rápido como consecuencia de la lluvia caída antes y durante el encuentro.
El Racing de Santander en una noche marcada por el agua y la lluvia salió a flote al hundir al Valencia en Mestalla en un partido bien jugado por el equipo cántabro y en el que el Valencia no estuvo a la altura de anteriores encuentros.
Fue una noche desapacible a la que el Racing, que llegaba con muchas urgencias, se adaptó mejor que el Valencia y con Tchité como estrella del partido, ganó tras sufrir tan sólo cuando el marcador era de empate a dos. Los dos equipos iniciaron el encuentro con mucha intensidad y con la intención de hacerse con el control del juego desde el primer momento.
El Racing no había viajado a Valencia para defenderse y tratar de puntuar, sino a presionar al rival con sus líneas adelantadas y con dos delanteros que trabajaron para que el conjunto local no saliera cómodo con el balón. Llovía, el campo estaba rápido y se jugaba a gran velocidad. El Racing se adelantó en el marcador por medio de Tchité, que resolvió un contragolpe en la primera aproximación clara de su equipo. Cinco minutos después, un penalti sobre Joaquín fue convertido por Villa en el empate a uno.
Cuando quedaba media hora para el final, y ya 1-2 en el marcador, el técnico local Unai Emery buscó una opción nueva para salvar el partido y dio entrada a Morientes como delantero centro, junto a Baraja en el centro del campo, y puso a Vicente de lateral izquierdo para que el equipo fuera más ofensivo. Sin embargo, se repitió la historia y el equipo que estaba tocado fue el que marcó. Un gol en propia puerta de Albelda resolvió definitivamente un partido.