El exconsejero de Justicia del Gobierno vasco e impulsor del Foro Ciudadano por los Presos en Álava, Joseba Azkarraga, ha mostrado su presocupación porque el Gobierno del PP da "pasos hacia atrás" y no tiene "interés" en solucionar el tema de los presos.

   Asimismo, ha criticado que a los reclusos de ETA con "enfermedades graves" no les aplique la Ley, como se hizo en el caso del exgeneral de la Guardia Civil Rodríguez Galindo. Asimismo, ha subrayado que "quienes dirigen algunas asociaciones de víctimas hacen uso político del dolor" de los damnificados de ETA.

   En declaraciones a Onda Vasca, recogidas por Europa Press, Azkarraga ha reconocido estar "preocupado y cabreado" porque no ve "interés" por parte del Gobierno en solucionar la cuestión de los presos y ha advertido de que "se exige al Gobierno que cumpla sus leyes, pero no hace ni eso".

   El exconsejero ha recordado la denominada 'Vía Azkarraga', mediante la cual el Gobierno presidido por el exlehendakari Carlos Garakoitxea le encargó a principios de la década de los años 80 llevar a cabo un proceso para "desarrollar una salida ordenada de presos de ETA" y que "se llevó a cabo bastante correctamente".

   "El planteamiento que se hace desde el colectivo de presos es similar al que se hizo hace 30 años. La experiencia y lo que se hizo entonces puede servir en estos momentos", ha indicado, para añadir que "en aquellos momentos había dos partes que estaban dispuestos a dar pasos y avanzar en el proceso".

   A su juicio, en estos momentos, "solo hay una parte que da pasos de manera unilateral y la otra", en referencia al Gobierno central, "da pasos, pero hacia atrás". "Se exige al Gobierno que cumpla sus leyes, pero no hace ni eso. Estoy preocupado y cabreado porque veo que no hay interés", ha añadido.

   "No hace falta reformar la Ley General Penitenciaria que dice que todos presos deben cumplir su condena cerca de su lugar de residencia o que todo presos que ha cumplido tres cuartas partes de la condena pueden salir en libertad. Si el general Galindo estaba enfermo y se le aplicó la ley muy bien, ¿por qué no se aplica igual a los presos que tienen enfermedades graves?. Hablamos de una aplicación igual de la ley para todos los presos", ha añadido.

VÍCTIMAS

   Preguntado por el papel de las víctimas, Azkarraga ha reconocido que es una cuestión que hay que trabajarla bien, aunque "hay que diferenciar entre víctimas directas o indirectas de la violencia y quienes dirigen algunas asociaciones de víctimas que hacen uso político del dolor de las víctimas".

   Por lo que respecta al proceso desarrollado en la década de los años 80, el exconsejero de Justicia ha destacado que se inició con una primera relación de 43 presos que se amplió hasta cerca de 130, "principalmente de ETA Octava Asamblea, alguno de ETA Militar y de Comandos Autónomos".

   "El paquete grande fue de exiliados, ya que alrededor de 200 personas regresaron. Hubo una participación bastante activa de la Audiencia Nacional. ETA estaba activa, pero algunos jueces participaron activamente en buscar soluciones individuales a quienes optaban por las vías políticas y democráticas", ha añadido.

   En este contexto, ha recordado que los primeros pasos "fueron complicados porque había presos con condenas por delitos de sangre que fueron los últimos que salieron en el proceso, aunque todos salieron en un plazo de 3-4 años".

   "Yo negocié con el Gobierno y con el ministro Barrionuevo y con Rafael Vera y, posteriormente, se hizo con los jueces que llevaban las causas de estos presos. Esta relación con los jueces fue respaldada por el propio presidente de la Audiencia Nacional que se volcó en la cuestión", ha incidido, para añadir que, "pensar que eso se hizo cuando ETA estaba en pleno apogeo y no se quiera hacer cuando ETA ha manifestado su decisión de abandonar definitivamente la violencia, es lo que llama la atención".