La Coordinadora estatal de VIH y sida
(Cesida), con el apoyo de la compañía de investigación biofarmacéutica Gilead, lanzaron este jueves una nueva campaña de concienciación en la que se preguntan ‘¿Cuáles son tus razones para no hacerte la prueba del VIH?’ y que está protagonizada por
la presentadora Emma García, la actriz Eva Isanta y el cantante Agoney.
En el transcurso de la presentación, el artista avanzó que
trasladará el mensaje de este proyecto a sus seguidores más jóvenes, convencido de que “va a quitar muchos miedos” en torno a esta infección y de que educar “es la mejor forma de quitar estos estigmas y que la gente no tenga miedo a hacerse las pruebas”.
“La calidad de vida de una persona puede empeorar cuanto más tarde inicie el tratamiento”, advirtió, al tiempo que reconoció que, antes de informarse,
él mismo “tenía la idea de que tener VIH es igual a tener sida e igual a morir”.
Presentada coincidiendo con la conmemoración del Día Mundial de la lucha contra el Sida, que se celebra cada 1 de diciembre,
la iniciativa multimedia se enmarca también en la European Testing Week y hace hincapié en la importancia de que cada persona sepa su estado serológico en relación a esta infección así como de evitar un diagnóstico tardío del virus.
A través de un vídeo en clave de humor y “sin dramatismos”,
los tres protagonistas explican las razones más comunes de la población para no hacerse la prueba, entre las que destacan que es “una cosa de los 80”, “ya no existe” o “es una leyenda urbana”.
La campaña pretende, de esta forma,
“acabar con los miedos y el desconocimiento” sobre la enfermedad abordando aspectos como la indetectabilidad, la salud sexual y los diferentes grupos y comunidades más vulnerables a la infección.
A este respecto,
el presidente de Cesida, Ramón Espacio, subrayó que existen “muy pocas excusas para no hacerse la prueba y un montón de buenas razones para hacérsela” y recordó que las tasas de diagnóstico tardío en España siguen rondando el 50% y admitió que “sigue preocupando” principalmente en el caso de infectados mayores de 50 años y en el caso de las mujeres, colectivo en el que el porcentaje ronda el 56%.
También apuntó que
una persona con VIH puede llevar entre varios meses y más de un año con una infección “sin saberlo” e insistió en que un diagnóstico precoz supone un “beneficio” para la salud individual pero también para la salud pública, ya que, detalló, las personas con VIH en tratamiento, a las que no se les detecta el virus en sangre, "no lo transmiten”.
Espacio precisó que los datos del último informe de vigilancia epidemiológica publicados este jueves por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social y el Instituto de Salud Carlos III y que
cifran en 3.244 los nuevos diagnósticos en 2018, el 47,6% de ellos tardíos, son los datos “sin retraso en la notificación”.
En este punto, afirmó que la atención sanitaria de primaria y especializada “
tienen mucho margen de mejora” y que el estigma supone, en muchos casos, un “freno” para el acceso de estas personas al sistema sanitario. A su entender, la población “sigue teniendo miedo al VIH y a saber el resultado” de la prueba de detección “más por miedo a las consecuencias sociales que a las médicas”.
La responsable de la unidad de vigilancia de VIH/ITS y comportamientos de riesgo del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III, Asunción Díaz, presentó el perfil de la persona infectada por VIH en España, que
se corresponde con el de un varón en el 80% de los casos, con una edad media de 36 años y que el grupo de edad de 30 a 39 años es el “más afectado”.