La mucosa intestinal sana se caracteriza por no generar respuestas inmunológicas exageradas frente a componentes normales de la dieta
Un estudio del Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada ha demostrado que las células mesenquimales intestinales (iMCs) humanas aisladas de intestino no inflamado tienen capacidades inmunomoduladoras y regeneradoras del tejido intestinal.
La mucosa intestinal sana se caracteriza por no generar respuestas inmunológicas exageradas frente a componentes normales de la dieta y a la microbiota comensal, lo que se conoce como tolerancia, según informa la Junta de Andalucía.
Sin embargo, algunas patologías crónicas, como la enfermedad inflamatoria intestinal, están relacionadas con alteraciones en este fenómeno de tolerancia.
De ahí que un mayor conocimiento de los mecanismos responsables de la tolerancia de la mucosa intestinal sea fundamental para mejorar el manejo de estas enfermedades y contribuir al desarrollo de tratamientos más eficaces y seguros.
Según los investigadores, es conocido que las células mesenquimales intestinales humanas (iMCs) desempeñan un papel importante en el funcionamiento normal del intestino, incluida la tolerancia de la mucosa colónica.
En esta investigación realizada en Granada se ha analizado la capacidad de las iMCs humanas para promover la regeneración epitelial intestinal y modular las respuestas inmunitarias, tanto in vitro con distintas líneas celulares, como en ratones, a los que se les ha inducido la enfermedad.
En los ensayos in vitro, las iMCs humanas facilitaron la regeneración cuando se realizaba una herida en el epitelio formado por células intestinales.
También fueron capaces de inhibir la respuesta inflamatoria en distintos tipos celulares, que incluyeron las células NCM356 de epitelio colónico, los macrófagos THP-1 y las células mononucleares de sangre periférica humana.
En ratones con colitis experimental, la administración de estas células redujo los síntomas de la enfermedad, mejoró el daño y la permeabilidad del tejido intestinal y disminuyeron la inflamación intestinal.
Este estudio abre la puerta al desarrollo de tratamientos para la enfermedad inflamatoria intestinal que favorezcan la regeneración del tejido dañado y restauren el funcionamiento normal del intestino alterado por la enfermedad, lo que reduciría la gravedad de la misma.