Los agricultores de Motril iniciaron el pasado 23 de noviembre una protesta por los bajos precios a los que consiguen vender el pepino de la comarca con la destrucción del producto en la playa de Carchuna, donde se deshicieron de cientos de toneladas de esta hortaliza.
Un portavoz de los agricultores manifestó que la situación es “insostenible ya que, cultivar un kilo de pepino holandés y llevarlo a un almacén de hortícolas cuesta 45 céntimos y sólo nos lo están pagando de tres a ocho céntimos”.
Los agricultores destruyeron la producción total de pepinos durante esa semana con la intención de desatascar las plataformas de venta, que “es la excusa para pagar esos precios tan bajos”, según esgrimieron.
Los productores de otras localidades de la provincia como Castell de Ferro o Castillo de Baños también destruyeron el producto para no llevarlo al mercado y reducir así la oferta.
Los agricultores pidieron a las alhóndigas y a los políticos más apoyo “para dar una solución a la agricultura que es el principal futuro económico de la Costa Tropical y de la provincia”.
El objetivo de la movilización no sólo fue poder vender el producto a un precio razonable, sino establecer una herramienta, un modo de trabajo para evitar, en sucesivas campañas, situaciones como la actual. Así lo indicó Miguel Monferrer, secretario provincial de Coag, quien indicó “que todo dependerá del precio de venta y que precisó que los productores podrían acordar deshacerse de parte de la producción para regular la oferta y el precio final”.
Monferrer destacó que los productores de Granada cultivan un 70 por ciento del pepino holandés que abastece los mercados nacionales y europeos y recordó que la campaña del año pasado “fue un éxito”, al contrario que este año, que “ha sido un fracaso”, en parte por el aumento de la producción, que en esta temporada también se relaciona con las altas temperaturas registradas en los dos últimos meses.
El responsable de COAG pidió a las empresas comercializadoras que apoyen la propuesta de los agricultores de fijar en 30 céntimos mínimo el kilo de pepino “puesto que todos estamos en el mismo barco” y abogó por que se acuerden precios “rentables para el agricultor”.
Cada planta de pepino le cuesta al agricultor casi un euro, por lo que plantar una hectárea de invernadero, que da trabajo a cuatro personas, les cuesta más de 4.000 euros. Los agricultores destacan que para que una hectárea comience a producir pepinos necesita una inversión mínima de 18.000 euros, cantidad que no pueden recuperar debido al precio que le pagan por el producto, ocho céntimos por kilo cuando cultivarlo cuesta 40.
La superficie agrícola destinada a la producción de pepino en la provincia de Granada es de 2.100 hectáreas. La producción anual es de 203.000 toneladas valoradas en unos 100 millones de euros, según COAG. La organización profesional calcula que se destruyeron en esa semana unos 10 millones de kilos de pepinos en la comarca.
El presidente de la Entidad Local Autónoma de Carchuna y Calahonda, Manuel Estévez (PDDC), lamentó que los agricultores “tuvieran que deshacerse de su producción que tanto trabajo cuesta cultivar”. Estévez destacó que los agricultores son los que tienen en su mano la decisión de “abastecer y desabastercer el mercado” para controlar los precios y señaló que está manteniendo negociaciones con la Consejería de Agricultura para evitar “este dramático y lamentable espectáculo”.
El teniente de alcalde de Agricultura de Motril, Francisco Villoslada (PA-PAICC), manifestó que con la destrucción de pepinos se pierde “el fruto de muchas horas de trabajo”. Una vez que concluyó la protesta, el Ayuntamiento de Motril retiró los pepinos de la arena “para evitar más gastos a los agricultores”.
El alcalde de Motril, Carlos Rojas (PP), visitó a los agricultores para mostrarle “el apoyo y solidaridad del equipo de gobierno de Motril”. Rojas manifestó que no se puede permitir que el consumidor cada vez pague los productos del campo más caros “mientras que los agricultores cada mes reciben menos por su producción”.
El pepino, junto a distintas variedades de tomates y pimientos, es la principal producción de cultivo intensivo en la Comarca.
cal. Según datos de las comercializadoras, los invernaderos de la costa granadina producen el 80 por ciento de los pepinos que se consumen en los mercados de Europa.
Por su parte, el teniente de alcalde de Medio Ambiente, Antonio Escámez (PA-PAICC), manifestó a Europa Press que cuando los agricultores terminen su protesta "los pepinos se retirarán de la arena de la playa de Carchuna". El ayuntamiento de Motril ha dispuesto un aparcamiento del recinto ferial para que los productores también arrojen allí pepinos.
La superficie agrícola destinada a la producción de pepino en la provincia de Granada es de 2.100 hectáreas. La producción anual es de 203.000 toneladas valoradas en unos 100 millones de euros, según COAG. La organización profesional calcula que durante esta semana se destruirán unos 10 millones de kilos de pepinos en la comarca.
Un portavoz de los agricultores manifestó que la situación es “insostenible ya que, cultivar un kilo de pepino holandés y llevarlo a un almacén de hortícolas cuesta 45 céntimos y sólo nos lo están pagando de tres a ocho céntimos”.
Los productores de pepino estiman que cada parcela de invernadero tiene una producción diaria de más de 3.000 kilos, dependiendo de la extensión, si bien en los últimos días las movilizaciones protagonizadas por los agricultores se han acumulado más hortalizas que no han salido al mercado.
REDUCIR LA OFERTA PARA SUBIR LOS PRECIOS
Los agricultores aseguran que destruirán la producción total de pepinos durante esta semana "hasta que se desatasquen las plataformas de venta, que es la excusa para pagar esos precios tan bajos". Los productores de otras localidades de la provincia como Castell de Ferro o Castillo de Baños también están destruyendo el producto para no llevarlo al mercado y que se reduzca la oferta.
Los agricultores han pedido a las alhóndigas y a los políticos más apoyo "para dar una solución a la agricultura que es el principal futuro económico de la Costa Tropical y de la provincia".
Por otro lado, el presidente de la Entidad Local Autónoma de Carchuna y Calahonda, Manuel Estévez (PDDC), lamentó que los agricultores "tengan que deshacerse de su producción que tanto trabajo cuesta cultivar". Estévez destacó que los agricultores son los que tienen en su mano la decisión de "abastecer y desabastercer el mercado" para controlar los precios y señaló que está manteniendo negociaciones con la Consejería de Agricultura para evitar "este dramático y lamentable espectáculo".
El teniente de alcalde de Agricultura de Motril, Francisco Villoslada (PA-PAICC), manifestó que con la destrucción de pepinos se pierde "el fruto de muchas hora de trabajo" y destacó que el pleno municipal debatirá una moción este viernes para apoyar a los agricultores. Una vez que concluya la protesta, el Ayuntamiento de Motril retirará los pepinos de la arena "para evitar más gastos a los agricultores".
APOYO MUNICIPAL
El alcalde de Motril, Carlos Rojas (PP), visitó esta mañana a los agricultores para mostrarle "el apoyo y solidaridad del equipo de gobierno de Motril". Rojas manifestó que no se puede permitir que el consumidor cada vez pague los productos del campo más caros "mientras que los agricultores cada mes reciben menos por su producción".
El pepino, junto a distintas variedades de tomates y pimientos, es la principal producción de cultivo intensivo en la Costa Tropical. Según datos de las comercializadoras, los invernaderos de la costa granadina producen el 80 por ciento de los pepinos que se consumen en los mercados de Europa.