Los comerciantes del entorno de la Catedral siguen sin rótulos en sus negocios en una de las zonas comerciales más deprimidas de Jaén
El expediente desfavorable de Icomos España a la candidatura de la Catedral para ser Patrimonio Mundial y su retirada en la recta final fue un duro golpe para toda la ciudad. Pero también lo fue cuando apenas un mes antes de la visita del evaluador al templo jienense, el Ayuntamiento instó a los comerciantes del entorno a que retiraran aquellos rótulos de los negocios que desentonaban. Así lo hicieron la mayoría de ellos y pintaron sus fachadas con los colores que desde Urbanismo les aconsejaron. Fue el mismo concejal (cosa que le honra) quien informó a cada uno de ellos, a la vez que se les advertía que podían ser multados. A su vez, se les trasladó que se intentarían habilitar ayudas para que pudieran reponer los rótulos identificativos de sus negocios, eso sí guardando la estética del casco antiguo. Bien es cierto que la normativa vigente, a la que nunca se le ha echado cuentas, obliga a los comercios a no desentonar con el legado artístico de la zona. Pues bien, pasados algunos meses, los comerciantes se quejan, y con razón, de que ya no hay carrera hacia el Patrimonio Mundial, nada más se ha hecho por mejorar el entorno, aparte de la acertada iniciativa de las surfinias y ellos siguen sin rótulos de sus negocios, un agravio comparativo con el resto de la ciudad, máxime cuando están ubicados en unas de las zonas más deprimidas comercialmente de Jaén.