Suma y sigue el Real Jaén en su senda hacia el soñado ascenso a la categoría de bronce. Su última víctima, por octava jornada consecutiva, fue un Agroisa Huétor Tájar que aguantó los primeros 45 minutos sin que los de Germán Crespo, que regresaba al Miguel Moranto, lograran ponerse por delante. Sin embargo, un penalti en la segunda mitad que transformó, cómo no, Antonio López, abrió una veda que el propio máximo realizador lagarto prolongó poco después. Y es que ‘Súperlopez’ sigue casado con el gol y a falta de un cuarto de hora para el final, logró el tanto que mantiene en lo más alto de la tabla a los suyos, que alargan su magnífica racha y que le mantienen cinco puntos por encima del segundo clasificado, el Linares, que no falló en su visita al Atarfe Industrial. El conjunto blanco salió al terreno de juego sabedor de que enfrente tenía un rival cuyos dos últimos triunfos los había conseguido en su propio feudo. Por lo tanto, había que andarse con cuidado el líder si no quería verse sorprendido a las primeras de cambio.
El técnico del cuadro jiennense, viejo conocido entre la parroquia local, planteó un partido en el que los suyos se fueron adueñando del esférico poco a poco, cocinando una victoria que se comenzó a vislumbrar en las postrimerías primer periodo ya que en el inicio el respeto fue la nota predominante por parte de ambos contendientes. Los instantes iniciales carecieron de claras aproximaciones en un tramo con mucho fútbol horizontal, exceso de centrocampismo y muy poca profundidad. No daba la sensación el Real Jaén de que le corriera prisa sellar el enésimo triunfo en su casillero y no fue hasta la media hora cuando el público que llenó las gradas del feudo panciverde vio la primera situación clara de gol con un zapatazo de Mario Martos que no encontró portería. A partir de ahí se animaron los visitantes, que ya no le hacían ascos a la posibilidad de marcharse a la caseta con una mínima ventaja en el tanteador. Así las cosas, en el minuto 33 fue Juan Carlos el que trató de superar a Juanfran, el portero que debutó con nota bajo los palos de la meta local. Y es que la acción que tuvo el encuentro en el tramo final del primer acto tuvo como protagonista al cancerbero hueteño, que salvó a los suyos poco después en un remate de Heras que bien pudo haber significado el 0-1.
Al filo del intermedio nuevamente se contabilizaron dos buenos acercamientos por parte de los lagartos, ambos con el mismo éxito. Primero un disparo de Heras en el que el balón se marchó lamiendo el palo y ya prácticamente con el tiempo cumplido, fue Juanka el que mandó al limbo una situación clara de gol. El 0-0 con el que se llegó al descanso no tardaría en romperse tras el preceptivo cambio de campos. No sería tarea fácil romper el entramado defensivo de un Huétor Tájar aplicado y práctico que sin embargo, terminó claudicando ante la insistencia jiennense por lograr el primero de la tarde. Así pues, un derribo dentro del área de Juanfran sobre Antonio López, terminó con el killer ejecutando de manera magistral la pena máxima con la que lograría poner en ventaja al Real Jaén. Un marcador que a priori debería haber rebajado las pulsaciones, los agobios y los nervios pero que causó en el cuadro granadino la necesidad de inquietar un tranquilo De la Calzada. El portero blanco no tuvo mucho trabajo a lo largo del partido, pero el poco que tuvo casi termina con el empate de los amarillos.
Montero tuvo dos claras ocasiones para lograrlo, pero ni su remate de cabeza primero y su mano a mano con el meta, mandando el cuero demasiado arriba, terminaron al fondo de las mallas. Sí la siguiente ocasión que Antonio López, tras una gran jugada de Armero —que había entrado por Juan Carlos poco antes— no desaprovechó para sentenciar el duelo y anotar así su diana número 26 en lo que va de curso. Una barbaridad. El choque murió ahí. Los locales bajaron los brazos ante el sometimiento de un Real Jaén desbocado hacia el ascenso, que sumó así su octava victoria consecutiva para seguir siendo el equipo que más goles marca (72) y tener en sus filas al tipo que más acierta entre los tres palos de la portería contraria. Un estado de ánimo pletórico que en La Victoria esperan que termine con un puesto en Segunda B.