“La calle Cantarería es la calle de la pena que canta por bulerías”. De esta manera definió el poeta y flamencólogo jerezano Manuel Ríos Ruiz a una de las arterias principales del barrio de Santiago, uno de los núcleos gitanos más importantes de la Baja Andalucía. De esa época en la que las fatigas se achicaban a compás queda ya muy poco, casi nada. La verdad es que es una pena pasear por estos rincones que en su día fueron tan sabrosos y que en la actualidad ‘gozan’ de una triste soledad diaria.

Son muchos los que asisten de forma cotidiana a la degradación de una historia, de una identidad y de una Cultura que ha tenido al flamenco como motor creativo y evolutivo desde siglos atrás. Calles y casas en las que han nacido los más relevantes artistas del arte jondo, y en las que se han vivido fiestas impagables tanto de cabales, o de reunión íntima, como multitudinarias en dichos o en Nochebuena.

Ahora, en este páramo de arte, se encuentra un patio lleno de macetas y vida, de sillas en las que se sientan jóvenes del barrio para intercambiar conceptos e inventar. Pepe del Morao, Markito Carpio y Bastián Blanco dan forma cada día a Cantarería Producciones, un movimiento cuyos objetivos pasan por la creación de espectáculos, contenido audiovisual para redes sociales e Internet, poner en pie proyectos literarios o teatrales, así como “fomentar la Cultura del barrio y acercarla a las nuevas generaciones”, comentan.

Todo se inicia con el espectáculo ‘Suena Jerez en Navidad – Amor en la Tierra’ de Pepe, nieto del patriarca Manuel Morao, estrenado en el Teatro Villamarta este pasado diciembre de 2021. El proceso creativo no fue fácil para el guitarrista y director de la propuesta, pero se encontró de “forma natural” con Markito y Bastián, que se sumaron al proyecto aportando algunos “sueños” platónicos hasta llegar a convertirse, ambos, en los encargados de poner en pie el impactante decorado y atrezo que hizo de la función la más llamativa de cuantas se han celebrado en esta temporada. “Una arquitectura efímera”, dice Pepe. Consiguieron hacer del espacio escénico un portal de Belén.

Y es en ese patio donde viven todavía Tía Bastiana y Tío Juan Blanco (en la foto tan pintoresco), entre otros, el lugar en el que encuentran la inspiración ya que parecen retroceder en el tiempo y respirar el aire que otrora respiraron otros como Curro de la Morena, en paz descanse, Pepe de Joaquina o el propio Tomasito (que por cierto llega a visitar a su madre en plena realización del reportaje).

Pepe defiende a ultranza que “tenemos que mantener vivo este arte en nuestro barrio, y yo he sentido una satisfacción plena al encontrarme con Markito y Bastián porque son personas con las que se puede compartir ideas, que a veces parecen locuras, pero es necesario intercambiar opiniones y trabajar en equipo”. Además, insiste en que también “es importante dar oportunidad a personas con talento que normalmente no son capaces de mostrarlo porque no se les da esa confianza”. Bastián apunta que, por ejemplo, “para elaborar ese decorado del Villamarta estuvimos dos meses durante muchas horas, dándole forma, sin ayuda de nadie, por lo que nos bastó con el apoyo, la seguridad y la confianza que cada uno nos dábamos a los otros”.

Este equipo que ha nacido quiere continuar avanzando con el fin de que “el barrio siga creciendo, que no se quede como está actualmente y los jóvenes encuentren en Cantarería Producciones un camino para desarrollar sus sueños, en el cante, el baile, la escultura, la literatura o lo audiovisual”, cuenta Markito.

El primero de los actos que van a celebrar para iniciar camino será el del 28 de febrero en La Guarida del Ángel, dentro del programa XI Jerez Off Festival, con el espectáculo ‘Al Son de Cantarería’, con Manuel de la Nina, Manuel Zambullo, Pedro Montoya ‘El Chanquita’, Fernando Jiménez, El Pirulo, Rubén Martínez así como los tres protagonistas de estas líneas.

Pepe no quiere despedirse sin hacer referencia al Taller Espacio Manualideas de la Toti, en el número 12 de la misma calle, que también ha sido lugar de creación y convivencia para que este movimiento haya surgido.