“Estamos muy contentos con la acogida que ha vuelto a tener la
Escuela de Naturaleza del Zoobotánico una edición más. Desde que hicimos pública la apertura de inscripciones, las plazas se ocuparon y, sólo quedan libre ocho para la semana del 8 al 12 agosto” ha destacado el delegado de Protección y Bienestar Animal, Rubén Pérez Carvajal. El delegado no ha querido perderse esta iniciativa y, esta mañana, junto al grupo de niñas y niños ha participado en algunas de las actividades previstas para la jornada.
“Me lo he pasado y disfrutado tanto como los niños y niñas asistentes” ha señalado, después de participar en el enriquecimiento con bambú y frutas a la pareja de pandas rojos y de admirar a los dos pollos de avestruz de cuello rojo, que nacieron en las instalaciones jerezanas a finales del pasado mes de junio.
Para Pérez Carvajal, en la Escuela de Naturaleza, que comenzó su andadura a primeros de julio y, hoy se clausura su segunda semana, “los participantes están haciendo una importantísima labor para el Zoo. Una de las patas de la institución jerezana, es la educación, junto a la conservación de la biodiversidad y la investigación, y después de algunos años de carencia por las pandemia se ha recuperado y con mucho brío“.
También se ha referido, el delegado, a que esta actividad “pone en contacto a los niños con la naturaleza, y es una muy buena forma de acercarlos a la conciencia de conservación de la biodiversidad, disfrutando a su vez, de un entorno natural único, en la provincia, y que tenemos la suerte de contar con él en Jerez”. No ha querido despedirse sin dar la enhorabuena al equipo del Zoo “que cada edición hace posible que esta actividad, con tanta tradición en Jerez, sea un éxito de participación consiguiendo además que los participantes respeten y amen a los animales y plantas”.
En esta actividad los participantes se convierten en auténticos naturalistas y descubren la vida diaria del Zoo: el cuidado de los animales salvajes, su manejo, alimentación y, en la medida de lo posible, participación en esas tareas diarias. “Participar en estas tareas y conocer los lugares, que habitualmente no se muestran en las visitas, como los dormitorios de los chimpancés, preparar dietas de carnívoros y herbívoros, entrar en instalaciones o preparar polos refrescantes a base de frutas y verduras, es lo que más llama la atención de estos pequeños”, ha manifestado el delegado. A todo esto se le une las visitas al Área de Recuperación de Especies Amenazadas (AREA) y la nursería.
Otro apartado de la Escuela es, sin duda, el conocer la historia del arbolado del jardín botánico que cuenta con especies de todos los continentes.
Finalmente, conocerán a los grandes naturalistas y exploradores de la historia y todo lo que hicieron a favor de la naturaleza y la vida salvaje, además de paseos por el parque, juegos, laboratorio, Museo de Osteología, trabajo en la biblioteca y visita al vivero. “Aunque el fin de la jornada que se celebra con juegos de agua y espuma es de lo más divertido para cerrar una mañana totalmente salvaje”, concluye el delegado.