Para la asociación Circe, la educación ambiental es un paso fundamental en la convivencia con el entorno natural
nuestro planeta está formado en su mayor parte por océanos y mares, y desde siempre el hombre y sus civilizaciones han estado ligados a ellos de un modo u otro. Nuestra comarca del Campo de Gibraltar es una zona privilegiada, ya que desde el inicio de las culturas mediterráneas siempre ha estado presente y ha sido muy importante para todas ellas, desde los fenicios, pasando por romanos, árabes, todos han desarrollado sus culturas en nuestras costas.
El mar ha formado parte esencial en el desarrollo tanto político como económico de cada una de estas civilizaciones, siendo proveedor de gran parte de los recursos naturales e importantes vías comerciales. Sigue ocurriendo en la actualidad, aunque también ahora es parte de conflictos de intereses y problemas, pero el mar es de todos, y entre todos tenemos que protegerlo.
Por eso, desde la perspectiva de la protección y conservación de la naturaleza y del medio ambiente en su conjunto se hacen imprescindibles herramientas y opciones como la que desde hace unos años existe, y no es otra que la educación ambiental. El verdadero objetivo de la educación ambiental es conocer para comprender, comprender para respetar y respetar para amar, ya que si no se conoce algo y no se saben los porqués no se puede respetar. Y el respeto se antoja cuanto menos esencial en el día a día y en la vida en general.
Además se hace educación ambiental en todos los momentos de nuestra vida cotidiana, desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, cualquiera de nuestras acciones tienen repercusión de una u otra manera sobre el medio ambiente, ya que continuamente estamos interactuando con él, y en el mundo actual en el que vivimos mucho más. El hecho de estar habitando este planeta ya implica una serie de acciones para con el medio ambiente.
Desde Circe, pretendemos hacer llegar todos nuestros conocimientos sobre el medio marino y sus mayores pobladores, los cetáceos, a todas y cada una de las partes de la sociedad. Y nos hemos implicado en programas que desarrollen esas pautas de comportamiento y respeto por el mar. En Circe, y en nuestro departamento de educación ambiental creemos que la población del Campo de Gibraltar es parte esencial e imprescindible para poder proteger y conservar esta zona tan privilegiada que tenemos en el Estrecho de Gibraltar.
Por ello, hemos desarrollado el programa educativo Cetáceos de nuestras costas, que acerca a las aulas y por ende a las próximas generaciones el mundo de los delfines y las ballenas con el propósito de que lleguen a respetar y amar el mar por medio del conocimiento, autocrítica y búsqueda de soluciones a los conflictos de nuestro propio entorno por medio de la colaboración y la cooperación.
Cuando hacemos educación ambiental estamos tratando una cuestión de actitud, de respeto para con nosotros mismos y para con los demás. Esta labor pertenece a todos, desde los gobiernos, pasando por la responsabilidad de las empresas y multinacionales, ciudadanos en su conjunto y, si no llegamos a una forma de vida sostenible, nosotros seremos los más perjudicados de nuestra propia conducta y de la falta de sensibilidad respecto de los problemas relacionados con la falta de educación ambiental en la sociedad.
Proteger la naturaleza y el medio ambiente significa proteger nuestros intereses de cara al futuro, como especie animal y sobre todo como personas. Por eso Circe hace hincapié en la importancia de que desarrollemos en la sociedad una mayor educación ambiental que nos ayudará en el futuro.