Las garantías de tráficos siguen siendo el eje central de las negociaciones
Las terminales de APM y TTIA obtuvieron ayer del colectivo de estibadores una rechazo como primera respuesta respecto a las plataformas presentadas para lograr una reducción de costes laborales. Esta es la principal conclusión que se extrajo ayer de la asamblea celebrada por el colectivo de Marapié, cuyo comité seguirá estudiando la propuesta a pesar de las profundas diferencias existentes.
Fuentes del colectivo indicaron que las negociaciones podrían reactivarse si APM, que lidera la posición de las terminalistas, estuviera dispuesta a ofrecer garantías de futuro. De no ser así, la estiba se remitiría al convenio firmado a finales de 2008, actualmente vigente y que afecta a 1.200 trabajadores fijos y otros 400 más eventuales.
Garantías
Desde el sector se subraya que si se dan garantías de tráficos se lograrían varios objetivos con esta acción ya que “llegaríamos a un acuerdo tratando de reducir algo los costes, se solucionaría la situación de los eventuales y se eliminaría la conflictividad del Puerto”.
La estiba remarca que “tenemos un convenio firmado y vamos a pedir que se respete. Si no vienen con movimientos de trabajo y propuestas de futuro poco tendremos que decir”.
Y es que, según el colectivo, “la plataforma que nos presentan es volver a los años 70, no hay por donde cogerla. Esperamos que la empresa rectifique y cumpla el convenio, trayendo los dos millones de contenedores que tienen firmados”.
Así, el sector de la estiba volvió a calificar de “chantaje en toda regla” el “desvío malintencionado” de contenedores a Tánger Med. Una situación que hace que “desde junio de 2010 llevemos con este problema y los eventuales lo están pasando fatal”.
Por ello, fuentes de la estiba subrayaron ayer que “esperamos que tengan una buena voluntad, que traigan los dos millones de contenedores y que cambien el discurso”.
Así, el sector traslada que “con ello dejarían de pagar dinero por inactividades y penalizaciones. Si hablan de competitividad, ese dinero se lo ahorrarían”. Con todo, Maersk ya expresó semanas atrás que no podía ofrecer garantías de ningún tipo.
Campaña de desprestigio
El colectivo de estibadores aseguraba ayer que “nos da igual quienes sean los interlocutores de las empresas mientras haya un cambio de actitud”. Eso sí, la estiba criticó la “campaña mediática de desprestigio que vienen llevando a cabo contra el colectivo”. Así, fuentes cercanas al comité subrayaron que “hasta el pasado mes de enero, en el que nos entregaron su plataforma con sus propuestas, han estado seis meses dirigiéndose a nosotros de forma lesiva a través de los medios. Han tratado de echarnos a la opinión pública encima”.
Eventuales
Una representación de estibadores eventuales mantuvo ayer un encuentro con el comité de Marapie en el que solicitaron una “solución en breve”. El colectivo apunta que “APM parece dispuesta a asumir los costes sociales de dobles y sustituciones”, pero deben ser los fijos los que cedan esa parte. Una opción que el comité estudiará y presentará a votación en una próxima asamblea. Mientras, se buscan fórmulas que contrarresten los escasos niveles de contratación tanto de fijos como eventuales ya que el trabajo escasea para ambos.
Si bien este colectivo trata de evitar a toda costa enfrentamientos con los fijos, destaca que “ellos sí pueden sobrevivir mientras nuestra situación es desesperada. Hay un precedente de la Inspección de Trabajo de Valencia que les obliga a coger seis días libres al mes y a que no puedan doblar. Pero esa es la última salida, el último recurso, no buscamos enfrentarnos”.
Así, antes de acudirá a la Inspección, los eventuales barajan “cortar calles, marchar a Sevilla, acampar frente a la Autoridad Portuaria o iniciar huelgas de hambre”.
Mientras, hoy se producirá un encuentro para abordar la cuestión de las cargas horizontales, que podría suponer algo de trabajo para los eventuales.