La Hermandad del Rocío de Jerez inicia este miércoles el camino con la tradicional misa de romeros en la iglesia de Santo Domingo, que dará comienzo a las 08.00 horas. El Simpecado de la filial jerezana pondrá rumbo a la aldea almonteña arropado por “alrededor de 2.500 romeros”, repartidos entre “casi 200 todoterrenos, 56 carriolas y 14 carretas” y a lomos de “unos 325 caballos”.
Las cifras son muy parejas a las del año pasado y responden a un “crecimiento sostenible y responsable”, hasta el punto de que el hermano mayor de la filial jerezana, Joaquín Vallejo, asegura que las administraciones públicas suelen “dar la enhorabuena” a esta comitiva por su “forma de caminar” y su “paso por el parque” de Doñana.
Ahora bien,
Vallejo pide “responsabilidad” y “compromiso” a los romeros jerezanos porque “aquí vale con que tres o cuatro se salgan del carril para que se note bastante”. La Hermandad de Jerez, aunque importante por el volumen de romeros que mueve, mantiene sin embargo su carácter “familiar”, vertebrándose “en reuniones y peñas” que no son más que “extensiones” de la propia corporación.
En ese llamamiento a la prudencia, el hermano mayor de la filial jerezana
incide en la necesidad de extremar el celo en todo cuanto se refiere a la prevención de incendios en Doñana. Y es que si en años anteriores ha preocupado que el terreno estuviera excesivamente seco, en esta ocasión ocurre justo lo contrario. “Unas veces toca prevenir porque no ha llovido y está todo muy seco y esta vez el problema es que ha llovido y hay mucho pasto. El coto está precioso, pero cualquier despiste puede ser fatal”, advierte.
En las asambleas generales que se celebran en Almonte
se admite que el Rocío como tal “está rozando los límites” en lo que a capacidad se refiere, pero precisamente por eso se hace imprescindible “controlar y ser capaces de discernir entre lo bueno y lo malo, para erradicar lo malo y que se quede lo bueno”. “En eso estamos todas las hermandades, en procurar apartar del Rocío todo lo que veamos que no tiene cabida”, subraya Vallejo.
La filial de Jerez vive un momento óptimo, que le lleva a contabilizar “alrededor de 2.800 hermanos”, una cifra con la que apenas se soñaba hace poco más de una década. Pero más allá de lo que pudiera pensarse, su hermano mayor tiene claro que “
el verdadero pulmón” de la hermandad y donde de verdad “se le puede tomar el pulso” es en las masivas eucaristías que se celebran todos los lunes del año en Santo Domingo, en las que “no hay otra distracción que celebrar la misa y rezar la Salve”.
“La nuestra es una hermandad muy activa durante todo el año, aunque ahora estemos limitados por el cambio de sede”, explica, en relación al
proyecto de obras que va a acometerse en el Claustro chico de Santo Domingo, unos trabajos que están ya cerca de obtener licencia municipal y que podrían comenzar en breve. “Espero que antes de final del verano veamos por allí a los obreros y que en menos de un año podamos instalarnos de manera definitiva y recuperar nuestra vida diaria en Santo Domingo”, concluye Joaquín Vallejo.