A falta de unas pocas semanas para el inicio de la vendimia, todo apunta a que el Marco de Jerez no alcanzará los 62,5 millones de kilos de uva a los que llegó el año pasado, estimándose ya una caída de la producción de “entre el 20 y el 30%”, según apunta Francisco Guerrero, presidente de Asevi-Asaja.
En cualquier caso, hay que recordar que
en 2024 se experimentó un aumento de la cosecha algo superior al 25%, por lo que de confirmarse estos primeros pronósticos estaríamos hablando de conservar al menos el dato del ejercicio anterior a pesar de la incertidumbre que se ha venido generando estos últimos meses en el Marco de Jerez por la presencia del mildiu.
El último informe divulgado por Covijerez advierte en cualquier caso de que la viña “está más retrasada” que años anteriores, lo que presumiblemente se traducirá
“en una demora de la vendimia de unos 10 ó 15 días con respecto a la pasada campaña”, cuando el primer lagar empezó a funcionar el 27 de julio, si bien el punto álgido se alcanzó con la recolección de la uva palomino, el 4 de agosto. Guerrero también coincide en este análisis, si bien estima que el retraso no pasará de “una semana o diez días”.
En estos últimos días
ya se ha comenzado a ver los racimos “entrando en caldo”, una fase más tranquilizadora que la anterior porque
a partir de ahí ya “están protegidos del ataque del mildiu y el oidio”.
Eso sí, el informe de Covijerez anima a ser “precavidos con las plagas de polilla del racimo, araña, mosquito y mangla”. En estos dos últimos casos se ha constatado una “presencia estable” para la que “se puede demorar el tratamiento si no aumenta”.
Más allá de estas cuestiones,
se pide a los viticultores que extremen el cuidado en las zonas frescas donde haya además racimos apretados, evitando realizar labores que favorezcan los jugos “ya que podrían provocar reventones”.
Guerrero cree sin embargo que
“el daño está ya hecho” en algunos pagos, en los que el mildiu ha tenido más incidencia de la que hubiera sido deseable, con mermas incluso “del 100%”. No ocurre lo mismo en otras explotaciones, donde apenas se perciben los efectos del hongo.
Así, el mildiu ha afectado bastante a los pagos de Trebujena, pero apenas tiene presencia en Sanlúcar. En el término municipal de Jerez ocurre algo parecido, observándose una zona bastante afectada en la parte de Macharnudo, pero por el contrario apenas hay daños en Las Tablas, Añina o Balbaina.
Sin vino en las cooperativas
La incertidumbre generada por la presencia del mildiu y el temor a una producción excesivamente baja para las necesidades del sector
han llevado a las bodegas del Marco a comprar “todo el vino que quedaba en las cooperativas”, para de este modo garantizarse materia prima para elaborar sus productos.
Ahora, lo que esperan los viticultores es
que el precio de la uva “no baje”, que es lo que “pretendían” las bodegas. “Con los costes que hay no se pueden bajar los precios y habría que aplicarles al menos el IPC. No podemos volver a los tiempos en los que la uva no valía dinero, cuando además tenemos menos de 7.000 hectáreas de viña”, subraya el presidente de Asevi-Asaja.
Sea como fuere, lo cierto es que gracias a esa incertidumbre hace varias semanas llegaron a cerrarse en algunos casos contratos a 1,20 euros por kilo de uva, cuando el año pasado el precio más o menos “normal” rondó los 0,90-1,00 euros.