La soprano ha colgado el cartel de no hay billetes para las dos representaciones de La Traviata en Málaga
La soprano guipuzcoana Ainhoa Arteta se ha confesado hoy "un poco cansada" de que los artistas españoles "prácticamente tengan que pedir permiso y pedir perdón por cantar en nuestro país", y ha subrayado que "eso no debería ser así".
"Tenemos un gran patrimonio vocal en este país ahora mismo y hay que apostar por él sin complejos y sin vergüenza, porque tenemos un momento de oro en España", ha resaltado en rueda de prensa Arteta, que encabeza el elenco de la ópera "La traviata" que se presenta el 23 y el 25 de noviembre en el Teatro Cervantes de Málaga.
Se ha mostrado orgullosa de formar parte de este elenco "con cantantes de primerísimo orden, todos reconocidos en el extranjero y que están haciendo grandes carreras", y ha añadido que "poderlo hacer en España es fenomenal".
Ha calificado como "un sueño hecho realidad" volver a cantar "La traviata" después de haberlo hecho por última vez "hace como quince años", aunque está casi segura de que esta será su despedida del papel de Violetta.
"Ha sido uno de los roles de mi carrera y de mi vida. Empecé con ella y canté durante once años muchas 'traviatas' en el Metropolitan, no sé cuántas, pero tuve un problema vocal y no podía cantarla más, porque era algo que se había viciado en mi voz, y la había aparcado con mucha tristeza", ha relatado.
Ahora, después de muchos años cantando al haber "rehecho" su técnica, se ha felicitado de que "los músculos tienen memoria, pero menos larga de lo que creía".
"Conseguí olvidar cómo cantaba 'La traviata' y cantarla de la nueva forma, pese a mi miedo", ha admitido Arteta, que cree que no volverá a interpretar a este personaje.
"Nunca se puede decir 'de este agua no beberé' ni 'este cura no es mi padre', pero en el futuro previsto no tengo este rol, y creo que tampoco me ven en este rol, me ven más en 'Madame Lescaut', en 'Madame Butterfly' o en otro tipo de roles", ha dicho la soprano.
Ha añadido que, en su opinión, es su "despedida", y que ya está "satisfecha de poder hacerla una vez más", porque no podía estar "rodeada de mejores compañeros".
Al haberse agotado las entradas para las dos representaciones de la ópera el 23 y 25 de noviembre, el estreno general del miércoles 21 estará abierto al público, previa recogida de invitaciones en el Teatro Cervantes