Cuando N.C.G. y su pareja se compraron su unifamiliar en Residencial Parque Chapín, en la zona de El Pelirón, tenía clarísimo que “era la casa de mis sueños”. “Vivíamos en esa zona, y siempre dijimos que si en ese solar (frente a Burger King) se construía, nos compraríamos ahí la casa que buscábamos hecha a nuestro gusto, como así fue”. Nada hacía presagiar los disgustos que les iba a dar el hogar que siempre se habían imaginado, incluso antes de instalarse. “Nos está dando muchos problemas porque está mal construida”, apunta. La fotografía de tanto la urbanización interior con piscina como el exterior es de ensueño, pero han perdido la cuenta de las incidencias que han tenido y siguen teniendo. “Si empiezo no acabo”, asegura. Todas quedaron registradas en una aplicación que pusieron a disposición de los vecinos y que hace un mes retiraron, volviéndola a activar recientemente pero con una actualización en la que han borrado las “hojas y hojas” donde detallaban los desperfectos. “Es una tras otra y sí, se han ido arreglando, pero también lo han empeorado, son muy chapuceros”, señala.
Tal y como suele ocurrir en viviendas de nueva construcción, en la primera visita para dar parte de los defectos ya vieron que el tambor de una de las ventanas estaba despegado. “Fueron a arreglarlo y lo dejaron igual", precisa, y también que los barandales de la escalera "estaban cascados y mal pintados y el pasamanos desconchado”. Al principio no le dieron demasiada importancia, hasta la que la cosa fue a peor. “Nos pintaron los barandales sin estar viviendo allí y nos dejaron el parqué supermachado, ni siquiera pusieron una funda para que el suelo no se llenara de pintura. A quién se le ocurre. Las manchas se siguen viendo a contraluz y reclamé que me cambiaran el suelo, pero me dijeron que había que levantar el salón entero...es una cosa tras otra. Los rodapiés están despegados; han salido grietas, pero no una grieta mínima sino un pedazo de grieta. Con el aire centralizado también hemos tenido problemas. Los propios montadores -continúa detallando- nos dijeron que no habían visto nada igual en su vida: las salidas del aire están mal hechas y hacen ruido. También hemos tenido problemas con los baños, porque el aseo y el baño principal olían fatal. Es que cualquier día se me cae la casa encima. Era ponerme a limpiar y ver cosas. Se me caía el mundo encima”.
La última incidencia ha sido en la entrada, donde ha aparecido una mancha de humedad. “Cuando me lo estaban pintando se me cayó un trozo pequeño del techo. Dicen que son materiales de primera calidad, pero en el pladur es imposible colgar la tele, a más de un vecino se le ha venido la pared encima y se les ha caído la tele...”.
No todos los propietarios están descontentos
En total son 25 viviendas promovidas por Fomento de Actividades Inmobiliarias del Sur (Jove) y construidas por Coprasa, que se entregaron hace apenas un año. Ellos son los más afectados, pero les consta que, salvo un porcentaje más reducido de propietarios que están contentos con sus casas, la mayoría ha tenido problemas, aunque no todos quieren hacerlo público por temor a que se vuelva contra ellos en un futuro. No es el caso de N. C.G. y su marido. Estaban “tan quemados” que en alguna ocasión pensaron incluso en venderla. Fue en caliente porque son conscientes de que “económicamente no podemos” y de que “por muy bien que se venda no vamos a recuperar los 227.000 euros que hemos pagado”, puesto que el sótano (son los únicos que lo tienen) les encareció el precio final.
