En el FC Barcelona recelan ahora de Gerard Piqué, al igual que en su día desconfiaban de él en la Selección Española durante aquel prolongado y estéril debate sobre si el defensa escuchaba con el suficiente respeto el himno nacional en los momentos previos a los partidos, polémica que se acentuó cuando Piqué, en el túnel de vestuarios, llamó “españolito” a Sergio Ramos. Xavi Hernández, entrenador del Barça, ha comunicado a Piqué que la próxima temporada puede ser suplente, noticia que pronto se filtró a la prensa. En el club blaugrana desaprueban el perfil cada vez más acentuado de empresario de Piqué -que aparta su atención del fútbol- y sus relaciones con la Federación y con Arabia Saudí. Incluso Ramón Besa ha escrito en un amplio reportaje en ‘El País’: “No ha pasado desapercibida precisamente su relación con Shakira y ‘una vida poco profesional’, de acuerdo a algunas opiniones del Camp Nou”.
Consideran, pues, que Piqué se ha desatado. La ruptura sentimental entre el futbolista y la cantante ha llenado de tinta rosa el papel couché y de discusiones las tertulias televisivas del corazón. Una señorita de físico exuberante, según las fotografías que aparecían en pantalla durante la conversación telefónica con la presentadora, aseguró en televisión haber intercambiado imágenes íntimas con el jugador. Y dejó una perturbadora premisa: “Piqué tiene un miembro impensable”. Un miembro “impensable”. Tal cual. Ese adjetivo resulta clarificador, porque en lugar de conectar esa parte del cuerpo con la Urología, lo traslada directamente al ámbito de la Neurología, e incluso, por elevación, al de la Filosofía. Pero esta señorita, experta en la materia sin duda, debió explicar que si hay miembros “impensables”, qué es, a su entender, un miembro “pensable”. Porque ya hay escasa literatura sobre el asunto. Francisco Umbral publicó en 1986 ‘Fábula del falo’, una reflexión de más de 200 páginas sobre el miembro masculino. El libro tuvo tal éxito que un personaje de la obra ‘Samarkanda’, de Antonio Gala, estrenada en el Teatro Príncipe de Madrid, leía ‘Fábula del falo’ sobre el escenario. Y en 1992 publicó Ángel Antonio Herrera ‘El falo’, libro menor respecto al de Umbral. Piqué y Shakira se han separado por infidelidades del futbolista, según las crónicas. Esto ha existido siempre. Quevedo, en el Siglo de Oro, alarmado por la situación interna de las alcobas de la época, advirtió: “Algún día se arará con maridos en Castilla”. Piqué puede estar condenado al banquillo de los suplentes la próxima temporada. Porque el tiempo va dejando secuelas. Pesan los años, pesan las lesiones y, en este caso, pesa el pollón.
