El conjunto de Pepe Mel sigue sin encontrar noticias positivas y su situación se complica
El Leganés logró su segunda victoria seguida, algo que hasta el momento no había sucedido en lo que iba de curso, ante un Málaga (1-0) que sigue sin encontrar noticias positivas, en mitad de una situación que cada vez se complica más.
Se veían las caras dos equipos inmersos en puestos de descenso en el arranque de la jornada. Un panorama sin duda imprevisto el pasado verano, cuando ambos se encontraban entre los firmes candidatos al ascenso.
En ese contexto, el miedo a perder atenazó a unos y otros durante los primeros cuarenta y cinco minutos. Nadie quiso asumir riesgos innecesarios, agarrándose al conservadurismo como piedra angular en la construcción del juego.
Por todo ello se ausentaron las ocasiones y lo más parecido fueron algunos intentos aislados de los andaluces de centros al área desde los costados buscando un rematador que nunca terminaba de aparecer.
En el descanso, lo locales dejaron la presión en el vestuario. Y esa liberación les permitió empezar a acercarse sin complejos al área rival. Cissé con un tiro desviado y Sergio González mediante un cabezazo que pasó cerca del palo generaron las oportunidades que antecedieron al 1-0.
La diana fue obra de Arnáiz, que recibió un gran pase en profundidad de Cissé y con todo el tiempo del mundo para pensar y actuar, quebró al portero en su salida antes de rematar con calma a la red.
A partir de ese momento la necesidad de los puntos hizo a los leganenses volver a exhibir su versión más temerosa. Pero ni con esas supo su rival generarle inquietud, pudiendo incluso este encajar el segundo en una situación análoga a la del tanto que esta vez no supo resolver Arnáiz.