El Unicaja afronta este domingo 25 de mayo su último desplazamiento de la liga regular, con el objetivo de seguir luchando por la tercera posición en la tabla. El equipo de Ibon Navarro visitará al Hiopos Lleida a partir de las 12:00 horas en el pabellón Barris Nord, un encuentro que podrá seguirse en directo a través de Movistar Deportes 2 y Unicaja Baloncesto Radio.

La escuadra malagueña ya tiene asegurado ser cabeza de serie en el Playoff, pero aún mantiene opciones de alcanzar el tercer puesto, actualmente en manos del Valencia Basket. Para lograrlo, el Unicaja necesita ganar sus dos partidos restantes y esperar que los valencianos pierdan los suyos. El average particular, eso sí, favorece a los levantinos.

El Hiopos Lleida, debutante esta temporada en Liga Endesa, ha convertido su pabellón en un fortín, ganando ocho de sus once partidos como local. Ya con la permanencia asegurada, los catalanes buscarán brindar una última alegría a su afición en su despedida como anfitriones de esta campaña.

En el duelo de la primera vuelta, el Unicaja se impuso con contundencia por 101-63, en un partido destacado de Tyson Carter y Dylan Osetkowski. Ese encuentro supuso el único precedente oficial entre ambos clubes, aunque en el pasado los malagueños ya se enfrentaron al extinto Lleida Bàsquet, desaparecido en 2012.

Precisamente, el regreso del Unicaja a Barris Nord tiene un matiz especial. No juega allí desde febrero de 2005, cuando venció al Plus Pujol con una actuación destacada de Walter Herrmann. En total, el conjunto malagueño ha disputado cuatro partidos oficiales en ese pabellón, con tres victorias y una derrota.

El rival del domingo llega tras dos derrotas seguidas ante Barça y Lenovo Tenerife, pero con una plantilla capaz de poner en apuros a cualquiera. Su jugador más destacado en esta recta final ha sido el escolta James Batemon, que promedia 16,5 puntos por partido desde su llegada a finales de febrero.

Además de Batemon, el Hiopos cuenta con otras amenazas exteriores como Luka Bozic, Oriol Paulí o Thomas Bropleh, así como con la experiencia en la pintura de Pierre Oriola y Edo Muric. Un equipo que, pese a no jugarse nada, quiere despedirse de su público con una victoria que añadiría prestigio a su primera campaña en la élite.