Entre unos y otros, la casa por barrer. O Málaga por limpiar. La pugna laboral en el seno de la empresa mixta de limpieza está dejando un claro perjudicado: el malagueño, que ve atónito cómo las partes no llegan un acuerdo mientras la ciudad no luce como debiera encaminándose a una nueva huelga. El regidor popular, Francisco de la Torre, ve ahora “lógico” pedir a los socios privados de la empresa, que tienen el 51 por ciento del accionariado, que renuncien al beneficio del uno por ciento garantizado por contrato, unos 600.000 euros. Un gesto que ya hicieron en 2012 para evitar una huelga, en 2013 para poner fin al paro en plena Navidad y en 2014 atendiendo a un gasto extra.
Un guante lanzado por el Ayuntamiento que debe recoger el comité de empresa que advierte que los empleados “no saldrán a limpiar” si se ejecutan las sanciones impuestas, casi un millar de momento. Expedientes abiertos a los conductores y operarios de camiones de basura “por bajo rendimiento”al terminar la ruta sin recoger todos los contenedores o entregar el camión cargado de residuos y no vaciarlo previamente en el vertedero.
Una justificación que para el edil de Medio Ambiente, Raúl Jiménez, supone una “huelga encubierta” en toda regla mientras para los sindicatos entraña “un chantaje” al entender que “se está “cumpliendo la Ley de Prevención de Riesgos Laborales” . El conflicto en Limasa encara una nueva semana enla ciudad con pocos visos de llegar a buen término.