A consecuencia del accidente cayeron al mar tres agentes que fueron rescatados por los ocupantes de la embarcación semirrígida que era perseguida
El Juzgado de Instrucción número 4 de Torremolinos (Málaga) ha ordenado el ingreso en prisión provisional comunicada y sin fianza de los cuatro ciudadanos españoles que chocaron el pasado viernes con una lancha de la Guardia Civil tras una persecución en Mijas (Málaga).
Los cuatro ocupantes fueron detenidos cuando transportaban una gran cantidad de droga en una narcolancha y se les investiga por un delito contra la salud pública, pertenencia a grupo criminal, daños y lesiones, según ha informado el gabinete de prensa del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).
El juzgado de guardia ha acordado inhibirse en favor de los Juzgados de la localidad malagueña de Fuengirola.
El pasado viernes una embarcación de la Guardia Civil colisionó con una narcolancha durante una persecución en Mijas (Málaga) y a consecuencia del accidente cayeron al mar tres agentes del instituto armado que fueron rescatados por los ocupantes de la embarcación semirrígida que era perseguida.
El hecho de que auxiliaran a los guardias civiles caídos al mar no se tiene en cuenta en esta fase procesal, según el TSJA, que añade que, de no haberlo hecho, habrían incurrido en un delito de omisión del deber de socorro.
La operación se saldó finalmente con la detención de los cuatro ocupantes de la narcolancha y la intervención de ochenta fardos de hachís con más de 3.000 kilogramos que habían caído al mar, según informó la Guardia Civil.
Los hechos ocurrieron cuando una embarcación del Servicio Marítimo Provincial de la Guardia Civil de Ceuta perseguía a una lancha semirrígida sospechosa de transportar droga y ocupada por cuatro personas.
Durante la persecución ambas embarcaciones colisionaron, por lo que cayeron al agua los tres guardias civiles y quedó la embarcación oficial girando sin control, con el consiguiente riesgo para los agentes que estaban en el agua.
La tripulación del helicóptero de la unidad aérea de Málaga, al percatarse del inminente peligro para los guardias civiles, requirió por megafonía a los ocupantes de la narcolancha que los apoyasen, y finalmente fueron rescatados.