El ministro británico de Educación, Nadhim Zahawi, dijo este lunes que, a fin de preservar las clases presenciales, los estudiantes de secundaria deberán llevar mascarilla y las escuelas hacerles pruebas de covid antes de empezar el nuevo trimestre esta semana en Inglaterra.

En declaraciones a la BBC, el ministro subrayó que la prioridad del Gobierno es "que los colegios se mantengan abiertos", pues los pasados confinamientos tuvieron efectos perniciosos en los jóvenes, aunque no descartó tener que recurrir a la educación a distancia si lo requiere la situación sanitaria.

Según la normativa vigente en Inglaterra (Escocia, Irlanda del Norte y Gales tienen sus propias competencias), los alumnos de secundaria, que ya llevaban mascarillas en zonas comunes, deberán llevarlas ahora también dentro de las aulas, una medida criticada por algunos diputados que consideran que el beneficio es marginal y en cambio afecta a su aprendizaje y a su salud mental.

Además, los institutos deberán hacer pruebas de antígenos de covid a todos los estudiantes antes de empezar las clases, que comienzan de forma escalonada a partir de este martes, pues hoy es día festivo en el Reino Unido.

Zahawi también ha prometido suministrar 7.000 purificadores de aire para instalar en zonas con mala ventilación en los centros educativos, si bien los sindicatos han criticado que es insuficiente pues hay al menos 300.000 aulas en la región inglesa.

Estas medidas estarán vigentes hasta el 26 de enero, aunque se espera una revisión este miércoles, cuando se prevé que el ministro de Sanidad, Sajid Javid, comparezca en la Cámara de los Comunes.

Por otra parte, el Gobierno del primer ministro, Boris Johnson, ha pedido a los responsables de organismos del sector público que hagan "planes de contingencia" ante la posible ausencia de hasta un 25 % de la plantilla por contagio de covid, en especial en la Sanidad y la Educación.

Aunque los datos no se han actualizado estos días con la frecuencia habitual, se calcula que el 29 de diciembre el Reino Unido registró un récord de 209.743 contagios, impulsados por la variante ómicron, mientras que ayer se computaron 137.583 casos en Inglaterra -un descenso frente a 162.572 la jornada anterior-, la región más poblada del país, con 56 de 67 millones de habitantes.