La prórroga es "necesaria para la investigación", según señaló la fiscalía de Nara, la ciudad del oeste de Japón tuvo lugar el suceso
El tribunal que lleva el caso del asesinato del ex primer ministro japonés Shinzo Abe ha prolongado la detención del arrestado por el magnicidio para extender su evaluación psicológica, anunció hoy el equipo de fiscales que trabajan en él.
El período de detención de Tetsuya Yamagami, de 42 años, mientras se sometía a un examen psicológico vencía el 29 de noviembre, pero el tribunal aprobó hoy extenderlo hasta el 6 de febrero de 2023, según detalles difundidos por la cadena pública NHK.
La prórroga es "necesaria para la investigación", según señaló la fiscalía de Nara, la ciudad del oeste de Japón tuvo lugar el suceso.
Yamagami, un exmilitar residente en la mencionada ciudad, disparó el pasado 8 de julio mortalmente a Abe con un arma de fabricación casera similar a una escopeta durante un acto electoral en la calle.
El exmandatario murió horas después a los 67 años a causa de las hemorragias causadas por el impacto de varios proyectiles.
El detenido está siendo sometido a un examen psicológico para tratar de determinar si se encontraba en pleno control de sus capacidades y puede ser penalmente responsable del magnicidio.
Según el artículo 39 del Código Penal nipón, si se determina que el autor de un crimen no estaba en plenas facultades mentales puede recibir una condena reducida, mientras que si tales acciones fueron producto de locura o enajenación "no están sujetas a castigo".
Se espera que el análisis psicológico de Yamagami sea una de las piezas centrales del juicio, por lo que se está llevando a cabo un examen minucioso previo a la acusación formal.
La defensa de Yamagami todavía podría solicitar una evaluación externa tras la acusación, lo que podría retrasar su procesamiento.
Yamagami habría cometido el crimen por resentimiento hacia la Federación de Familias por la Paz y la Unificación del Mundo, un controvertido credo religioso más conocido como Iglesia de la Unificación, con el que creía que Abe tenía vínculos.
El detenido habría contado a los investigadores que su madre realizó años atrás cuantiosas donaciones al grupo que la habrían llevado a la quiebra y desestructurado su familia.