El secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, ha afirmado que existen indicadores nacionales e internacionales que apuntan a que la tendencia de mejora del PIB observada en el primer trimestre se pueda confirmar en los periodos sucesivos, ya que se esperan "mejoras suaves y sostenidas" del PIB en el futuro.
En una rueda de prensa para valorar el dato del primer trimestre del año (0,1% en tasa intertrimestral y -1,3% en tasa interanual), Campa reconoció el crecimiento aún es "débil" tanto en España como algunos países del entorno y que la cifra española está "ligeramente por debajo" de la media del área euro si se confirman los datos de Eurostat (0,2%).
Aún así, subrayó que el dato registrado entre enero y marzo rompe con seis trimestres de caídas y confirma la tendencia a la estabilización de la economía, ya que viene a confirmar la moderación del deterioro económico y la vuelta a tasas positivas de crecimiento.
Además, Campa recordó que el comportamiento de la economía real, tanto a nivel nacional como internacional, ha confirmado las previsiones del Ejecutivo, por lo que, en la medida en que se solidifiquen los datos y se normalicen los mercados financieros se mantendrán los signos de mejora económica.
Resaltó también que se "suaviza" el ritmo de contracción del empleo y destacó la consolidación en tasas positivas del consumo de hogares y el "buen" comportamiento de la inversión en bienes de equipo, gracias a los bajos tipos de interés, la recuperación de la confianza y la mejora de las exportaciones.
Aún así, consideró que el "mensaje más importante" que se puede sacar de las cifras del primer trimestre del año, que confirmaron la salida de la recesión de la economía española, es que la actividad privada continúa relevando "progresivamente" al impulso público.
Campa admitió de nuevo que las últimas medidas anunciadas para reducir el déficit harán que las mejoras de PIB sean "ligeramente más débiles" de lo previsto en 2011, aunque en la cifra prevista para 2010 (-0,3%) el impacto será "muy pequeño o nulo". "La cifra se mantendrá en el entorno del 0,3%", indicó.
De hecho, reiteró que el Gobierno no prevé trimestres negativos en 2010, aunque insistió en que esto es sólo una previsión y en que la variación de una décima al alza o a la baja "no es relevante desde el punto de vista económico", sino que está dentro del "ruido estadístico".
Además, recordó que el Gobierno no ha variado sus previsiones desde el mes de junio y consideró que probablemente ha sido la institución que "más ha acertado" en sus cálculos.
Se creará algo de empleo
El secretario de Estado recordó que el ajuste fiscal se producirá en la segunda parte de 2010 y, sobre todo, en 2011, motivo por el que el Gobierno está revisando el cuadro macroeconómico, ya que las medidas también afectarán a las cifras previstas de empleo en 2011, aunque el impacto será "muy pequeño".
Preguntado por si tendrá también efecto en el empleo de 2010, Campa reiteró que el Ejecutivo no espera "grandes cambios" para las previsiones de este año y aseguró que la tasa de paro se situará en el entorno del 19%, lo que significa que en la segunda parte del ejercicio habrá ya algunos sectores que creen empleo, aunque el conjunto del año no será "muy bueno" en este sentido.
En cuanto a si la depreciación del euro afectará a las previsiones y a la factura energética, Campa admitió que esto incrementa la factura energética, pero recordó que también estimula la economía porque mejora la competitividad precio, hace los productos importados más caros y lleva a sustituir el consumo importado por consumo doméstico.
Austeridad
En cuanto a una eventual subida de impuestos, el 'número dos' del Ministerio de Economía eludió pronunciarse y afirmó que "ahora toca hablar de austeridad", porque las medidas anunciadas son "muy importantes" y hay que asegurarse de que los mensajes se comunican "adecuadamente".
En este sentido, explicó las razones del Gobierno para acelerar la consolidación fiscal y resaltó la importancia de garantizar la confianza de los agentes económicos, que necesitaban recibir un mensaje de compromiso ante el "nerviosismo" que se desató las últimas semanas en los mercados financieros.
A su parecer, el reto ahora es continuar con las políticas fiscales puestas en marcha para seguir haciendo frente a la crisis, generar confianza y crear un marco de estabilidad para volver a una senda de crecimiento sostenible.