Ganó con holgura las legislativas celebradas este domingo, dejando muy detrás a su principal rival, el opositor de izquierda Syriza, de Alexis Tsipras
El primer ministro de Grecia y líder de la conservadora Nueva Democracia (ND), Kyriakos Mitsotakis, ganó con holgura las legislativas celebradas este domingo, dejando muy detrás a su principal rival, el opositor de izquierda Syriza, de Alexis Tsipras, según los primeros resultados parciales.
Tras el escrutinio del 61 % de los votos, ND obtuvo el 40,8 % de las papeletas y saca más de 20 puntos de ventaja a Syriza, que obtiene el 20 %, informó el ministerio heleno de Interior.
En tercer lugar se encuentran los socialdemócratas de Pasok-Kinal con un 12 %, seguidos por el Partido Comunista de Grecia (7 %) y la ultraderechista Solución Griega (4,5 %).
Con un 2,5 %, el partido izquierdista MeRA25, del exministro de Finanzas Yanis Varufakis, quedaría fuera del Parlamento al no superar el umbral del 3 % requerido para entrar en la Cámara de 300 escaños. La participación se situó en el 56,1, porcentaje casi idéntico al de las últimas elecciones (2019).
Estos comicios se celebraron con un nuevo sistema proporcional, que sitúa en torno al 45 % el porcentaje mínimo necesario para hacerse con la mayoría absoluta en el Parlamento, un límite que no ha logrado alcanzar ningún partido.
El ministro de Estado, el conservador Yorgos Yerapetritis, señaló que los resultados constituyen "una orden clara" del pueblo para que ND gobierno en solitario.
Ello augura que los griegos probablemente tendrán que acudir nuevamente a las urnas, previsiblemente en julio, cuando el partido más votado obtendría un premio de hasta 50 escaños.
Pero antes de convocarse los nuevos comicios deberán fracasar los tres intentos de formar gobierno de los líderes de los partidos más votados, que obtendrán en los próximos días, de forma consecutiva, el correspondiente encargo de la presidenta del país.
Estas elecciones, las primeras que celebra Grecia en los últimos trece años de crisis económica sin estar bajo la estricta supervisión económica de la Unión Europea (UE), estuvieron marcadas por el encarecimiento del coste de la vida que preocupa a la población helena.