La Unidad Militar de Emergencias (UME)aumentó ayer los medios desplazados a distintas localidades de la provincia de Ourense para sumarse a la lucha contra los incendios forestales, de modo que hay hasta 350 personas, frente a las 55 movilizadas inicialmente en la jornada del martes, según la Delegación del Gobierno.

La movilización de estos medios obedece a la petición de la Xunta para poder combatir los incendios que desde el martes, sobre todo, asuelan a la provincia de Ourense, en donde se han producido varios incendios que en total han calcinado, según las primeras estimaciones de la Xunta, unas dos mil hectáreas.

El personal y los medios desplazados por la UME se han movilizado desde el BIEM V con base en San Andrés de Rabanedo (León) y el BIEM I, con sede en la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid), y están actuando en los incendios de Laza, Chandrexa de Queixa, A Gudiña y Calvos de Randín.

Además, el Batallón de Helicópteros de Emergencias intervendrá en los incendios aportando tres helicópteros. Un primer helicóptero de transporte medio para apoyo a la unidad desplegada, un segundo con helibalde para ataque directo al fuego y, finalmente un tercero, EC-135, para control y coordinación.

INCENDIO EN LAZA

El alcalde de Laza, José Ángel García Morais, indicó ayer que el incendio que arrasa la parroquia de Camba y que ha quemado más de mil hectáreas, "aunque es inmenso en cuanto a volumen de hectáreas, no afectó a los dos espacios importantes, que son el Parque del Invernadeiro y la Reserva Natural de la Edreira y Nebuiña".

Después de tres días de intensos trabajos, el alcalde declaró a Efe que, en principio, el incendio "está controlado", aunque la Xunta no lo confirma, y no descarta la posibilidad de que "a lo largo del día se dé por extinguido, si no hay fuerte viento".

En lo que se refiere a los daños causados en Camba, zona incluida en la Red Natura, Morais destacó que el incendio finalmente no entró en el Parque do Invernadeiro y en la reserva natural de Edreira y Nebuiña, de gran importancia por su gran plantación de pinos y abetos.

El alcalde estima que se han quemado en torno a mil hectáreas de monte.

El alcalde incidió en la importancia de que no aparezca de nuevo el viento, dada la ubicación del fuego.